Rutas del crimen: Conferencias telefónicas entre presos

Internos de diversos penales burlan las medidas de seguridad y se comunican entre sí utilizando los teléfonos públicos

Video: Cuarto Poder

Tras los muros de los penales, donde todo aparenta control, los presos hacen mucho más que cumplir una condena. Internos de diversos penales pueden comunicarse entre sí, como si no existieran muros, ni rejas, ni autoridad que los vigile.

En el Perú, los presos rompen las barreras del encierro con una facilidad que, esta noche, Cuarto Poder pone al descubierto.

Más de 1900 llamadas concurrentes han sido detectadas solo en el último mes. Presos de diversos penales conectados en tiempo real, coordinando, planeando y dirigiendo lo que podrían ser diversos planes criminales.

Utilizando los teléfonos públicos, legales, que están instalados en los centros penitenciarios, los presos logran vulnerar todos los controles y se juntan en una sola llamada. Solo necesitan conectarse a una especie de central telefónica para entablar comunicación con presos de cualquier penal del país. No hay distancia, ni barrotes que separen a los miembros de diversas organizaciones criminales.

Esta escandalosa revelación no fue hecha en secreto. El pasado 18 de febrero, fue expuesta frente a congresistas de la República y al propio presidente del INPE, Javier Llaque.

La empresa PRISIONTEC responsable de bloquear la señal de celulares en 33 penales y del manejo de los llamados “teléfonos azulitos”, encendió las alarmas con información que su propio sistema ha detectado: las cárceles están más conectadas que nunca, pero con el crimen.

Durante años, la preocupación de las autoridades ha sido evitar el uso de celulares. Se han realizado cientos de requisas y operativos, pero a pesar de ello, los internos siguen burlando los controles penitenciarios. Controles en los que el Estado -durante décadas- ha decidido no invertir.

El verdadero peligro no solo está en los celulares clandestinos que burlan los bloqueadores. Va más allá. En el penal de Ancon 1, donde se encierra a los delincuentes más peligrosos del país, Cuarto Poder evidenció el uso de antenas de alta potencia para la transmisión de internet de alta velocidad. Mientras afuera se combate el crimen, adentro los reclusos navegaban sin límites.

Hoy el foco no está en los celulares prohibidos, son los teléfonos azulitos, los teléfonos legales, los que se crearon para controlar, pero que hoy están siendo usados para conectar.

Desde estos aparatos, supuestamente regulados y monitoreados, se gestan llamadas ocultas, silenciosas, imperceptibles para el hampa, llamadas que enlazan penales, que estarían abriendo rutas al crimen desde dentro de la prisión.

La inteligencia artificial ya está instalada en estos teléfonos. En estos momentos se podría identificar voces, reos, penales, destinatarios, extorsiones, delitos. Data que está a disposición de las autoridades competentes.

¿Qué hace el estado con esta información? Nada. Pues según PRISIONTEC ésta no ha sido solicitada... información que no tiene costo, que la empresa -asegura- ofrece voluntariamente al Estado. Así lo ha dejado sentado en el mismo Congreso de la República.

Hoy las llamadas concurrentes son la nueva preocupación. Es la nueva modalidad de comunicación que usan presos de todo el país.

Peligrosos internos, de diversos penales, gozando de libertad virtual sin restricciones. Más de 1900 llamadas concurrentes, con duración de hasta una hora y con 10 reclusos conectados simultáneamente. Descontrol en un sistema penitenciario que no da para más.