Tras las pistas de los secuestradores del odontólogo asesinado

Lucía sonriente en todas sus fotografías, demostrando su amor hacia su familia y realizando constantes transmisiones en su consultorio, Christian Quispe Culqui pasó en una semana de escenificar momentos felices a vivir toda una pesadilla. Fue un secuestro, que luego de 8 días, lamentablemente, terminó con su muerte.

Un video confirmaba lo inesperado, y lo temido por sus seres queridos, pues era la primera prueba de vida, llegó el mismo día de su rapto. Llevaba en sus manos un cartel que decía paguen sino se muere, mientras que al mismo tiempo rogaba a su padre que lo ayude.

Más de medio millón, exigían los secuestradores, para liberar al dentista, para ser exactos 600 mil soles, las negociaciones se realizaron por mensaje de texto y en todo momento, indicaban conocer los nombres, direcciones y hasta las edades del entorno más cercano de Cristian Quispe.

La víctima era un próspero odontólogo de 37 años, un hombre que soñaba a lo grande, que había estudiado un diplomado y que deseaba poner una cadena de clínicas dentales. Un anhelo que empezó a hacerse realidad, cuando inauguró su primer local.

Fue secuestrado a la altura de la estación de Pirámides del Sol en San Juan de Lurigancho, un lugar desolado, elegido estratégicamente por los delincuentes para raptar al odontólogo. Una cámara de seguridad logró registrar, minutos después, el vehículo de la víctima y la de sus captores.

Eran las 3:43 cuando se los ve pasar. A bordo de la camioneta negra iba el joven dentista, pero, este, no se encontraba al volante, sino en la parte trasera, privado de su libertad. Mientras que adelante, iba el auto blanco siendo manejado por Joel Eduardo Manrique Castillo, un sujeto venezolano.

Este hombre de 29 años que, hasta el momento, es el único detenido, sería uno de los secuestradores. Un extranjero que llegó a nuestro país, hace un par de años y que, al parecer, creía que publicando fotografías en sus redes sociales, donde se mostraba como un padre amoroso y abnegado, borraría su amplia historia delictiva en su país. Su ficha criminal inicia en el 2015, año en que fue investigado por tráfico ilícito de drogas, tres años después, en el 2018 fue detenido por robo agravado en Venezuela.

Trataba de ocultar su vida criminal, aludiendo ser taxista, aunque siempre se le ve en estas instantáneas a bordo de distintas motos, demostrando su pasión por estos vehículos de dos ruedas.

Fue debido a un desperfecto en la camioneta negra del odontólogo, que los secuestradores, trasladaron al doctor al auto blanco para llevarlo directo a su cautiverio. El mismo vehículo, en el que estaba abordo Joel Eduardo Manrique Castillo, cuando fue capturado, y cuyo interior, reveló tanto su participación en el secuestro del dentista, fueron los vouchers a nombre del doctor que lo evidenciaron, al igual que las pertenecías de este. Asimismo, la policía logró incautar una cacerina abastecida

Este fue el último mensaje que los secuestradores enviaron a la familia, en este se podía observar al odontólogo mal herido, agarrando entre sus manos un conocido diario… una comunicación que realizaron un día antes que hallaran su cuerpo sin vida, en Lurín.

La necropsia arrojó, que Christian Quispe Culqui recibió un disparo en la cabeza y otros dos en el tórax. Pero, este no fue el único secuestro que acaparó las miradas esta semana, lamentablemente, el dueño de un nigth club también fue encañonado y raptado por unos sujetos que minutos antes ingresaron al establecimiento, conocido como el Molino Rojo en San Juan de Lurigancho, llegaron a bordo de este vehículo blanco, haciéndose pasar como clientes.

En esta otra imagen se ve a los nueve secuestradores dentro del lugar, eran las 11 con 19 de la noche, luego de 1 hora, estos salen y con armas en mano reducen a la víctima hasta llevarla a un vehículo, mientras una mujer que estaba en el lugar huye despavorida.

Al igual que en el caso del doctor, a este hombre también, lo hicieron posar con un diario entre las manos. Aunque esta victima corrió con mayor suerte, pues, luego que su familia pagara un rescate de 26 mil soles, fue liberado. Por lo que la policía, viene investigando, si los captores de ambos sucesos pertenecerían a la misma banda que viene operando en San Juan De Lurigancho.

Dos secuestros que aún tienen mucho que develar y la muerte de un odontólogo que no puede quedar impune, pues, ha dejado a un pequeño de 9 años, sin su padre y a una familia desolada, que ahora, solo se aferra a los bellos momentos que compartieron juntos, llenos de felicidad, esos que nunca más volverán.