Hoy:

    Así fue la captura de la banda criminal que secuestró a empresario en Independencia

    Según información policial, uno de los trabajadores de la víctima dio toda la información de los movimientos económicos antes del rapto.

    Foto y video: América Noticias

    Violentamente ingresaron a la empresa de su víctima. Cuatro sujetos armados dispuestos a todo. Es el momento en que el empresario Waldo Rezza es secuestrado delante de sus trabajadores, en el distrito de Independencia.

    Pasó 48 horas a manos de sus captores, maniatado y ferozmente torturado. Esta es la prueba de vida que los criminales enviaron a los familiares de su víctima, ensangrentado pedía ayuda: unos 300 mil dólares era el precio de su libertad. Dos días después fue abandonado por los secuestradores.

    Unos criminales que, incluso, realizaron compras con el dinero del empresario por la suma de 60 mil soles, pero fueron capturados por la policía, se hacían llamar “Los Secos De Maracay”.

    Waldo Galileo Rezza Salvatierra de 51 años, se encontraba laborando en su oficina. Es dueño de una empresa que brinda servicio de transporte para turistas.

    Esa noche, llegó un taxi negro que se estacionó frente al local y bajaron cuatro delincuentes encapuchados, ingresaron raudamente, el primero que entrar fue este sujeto de polera azul, quien según la policía sería el cabecilla de esta banda criminal. Él apunta a todos con un arma, pero fue directo a su objetivo el empresario Waldo Rezza.

    Lo primero que hace es robarle su celular y guardarlo en el bolsillo, lo golpea, exigiéndole información del dinero. Se acercan sus cómplices y hacen lo mismo, rebuscan entre los cajones de su escritorio, lo amenazan, y el de azul lo golpea con el arma en la cabeza.

    De pronto, se ve que el cabecilla contesta una llamada, habla con alguien que al parecer le va dando indicaciones, y rebusca el dinero en lugares estratégicos. Todos se encontraban atemorizados, los delincuentes les robaron además los celulares y relojes de los 2 trabajadores que se encontraban allí.

    Incluso les ataron las manos con los pasadores de sus zapatillas y los cables de las computadoras, para dejarlos inmovilizados. Luego de 3 minutos sacaron al empresario bajo amenazas, apuntándolo con un arma, uno de ellos lo abraza para no despertar sospechas y lo suben al vehículo negro que los estaba esperando, seguido de una motocicleta donde se sube uno de los delincuentes.

    Así iban estos dos vehículos rumbo a San Juan de Lurigancho donde iban a mantener retenido a Waldo Rezza.

    Los secuestradores solicitaron a la familia del empresario 300 mil dólares por el rescate. Fueron días oscuros en que los criminales lo torturaron para pedirle información de su estado financiero.

    Estos videos, eran las pruebas de vida que los secuestradores enviaron a la familia de Waldo. Visiblemente asustado, sumido en desesperación, era obligado a hablar, suplicar por dinero para su liberación.  

    Con el brazo ensangrentado, cubriendo la herida con un polo, el hombre de 51 años pedía ayuda. Los criminales sin piedad le habían cortado el brazo con un cuchillo y amenazaron con seguir torturándolo.

    Tras esto la familia realizó algunos depósitos de dinero, pero los delincuentes les pedían 300 mil dólares.

    Tras un trabajo de investigación la División de Secuestros y Extorsiones de la Dirincri logró ubicar a estos criminales. Ellos habían utilizado las tarjetas de débito para realizar compras de artefactos celulares muebles y ropa en diversos centros comerciales.

    Ahí se ve a tres miembros de la banda criminal comprando un televisor. En esta otra fotografía se les ve en la sección de artefactos, eligiendo otros productos más y comprando celulares de alta gama. Un voucher por ejemplo señala que adquirieron un producto de 5599 soles a las 9 y 42 de la mañana del 5 de marzo.

    Para realizar estas compras, falsificaron una cedula de identidad colocando todos los datos del Waldo Rezza pero con la fotografía del venezolano Orangel Gabriel Merida Salazar de 30 años.

    Además, hicieron transferencias de la cuenta de victima por un monto de 60 mil soles. La policía los estaba vigilando. El mismo día llegaron a la avenida Los Alisos en San Martín de Porres. Los agentes lograron capturarlos tras encontrar en el vehículo las tarjetas y documentos del empresario, además de la polera azul que el cabecilla uso al momento del secuestro.

    Se intervino a Orangel Gabriel Merida Salazar de 30 años, Carlos Javier Gonzales Gonzales de 33, Javier Jesus Hernandez Montilla de 29 y Valeria Stefania Borges Villegas de 24, todos de nacionalidad venezolana, integrantes de la banda criminal “Los Secos de Maracay”.

    Pero dos días después, la policía logró liberar al empresario. Lo tenían atado y amordazado, día a día, con innumerables golpes en la cabeza, el cuerpo y un corte en el brazo. Dormía sobre un colchón que estaba en el suelo, en la sala un plato de comida y una gaseosa, eran el alimento de la víctima.   

    Ya en libertad Waldo relato a la policía los momentos de terror que vivió en manos de sus captores.

    Según la policía, Javier Hernandez Montilla habría sido quien lucía una polera azul el día del secuestro, el mismo que fue de compras con un polo blanco, tenía las mismas zapatillas negras con rayas blancas y un bóxer rojo que se dejaba notar.

    De los 4 hay uno que está plenamente identificado, las cámaras de seguridad se han comparado con su contextura física, las prendas de vestir, se ha determinado q uno de ellos. Sí ha participado en el hecho el primero que ingresa el que dirige directamente al agraviado”, explicó el coronel PNP Jorge Luis Carpio Ortaya, jefe división de secuestros y extorsiones de la Dirincri.

    La policía señala que al parecer uno de los trabajadores del empresario habría dado toda la información de sus movimientos económicos a esta banda criminal, quienes planearon todo el milímetro.

    Los agentes están tras los pasos de los demás integrantes de esta banda de secuestradores, mientras la victima ya en libertad no olvidará las peores 48 horas días de toda su vida.