Masacre en el Vraem: el atentado narcoterrorista que cegó la vida de siete policías
Narcoterroristas emboscaron y abatieron a siete policías cuando se dirigían a buscar leña y alimentos. El testimonio del único sobreviviente será clave para dar con los culpables
Este fue el momento en que los equipos de socorro rescataron al capitán Erwin Mego Villogas, él fue el único sobreviviente de un macabro atentado narcoterrorista en el corazón del Vraem que cobró la vida de siete efectivos policiales la mañana del último sábado.
Por la tarde, un avión Beechcraft de la Policía Nacional trajo a la capital al oficial herido, quien iba conectado a aparatos médicos que monitoreaban sus signos vitales. Los altos mandos de la institución, con el Comandante General Raúl Alfaro a la cabeza, lo recibieron en la Dirección de Aviación del Callao.
El ataque narcoterrorista ocurrió a veinte minutos del Centro Poblado Natividad, ubicado en el Cusco, muy cerca de las regiones Junín y Ayacucho, un sector de ceja de selva con gran presencia de hordas narcoterroristas.
Según información oficial, los siete policías abatidos y el capitán Mego Villogas iban a bordo de esta camioneta color blanco: se dirigían en busca de leña y de alimentos para el ‘rancho’ por la vía que conduce a la ciudad de Pichari. Fue entonces que, un poco antes de las 10 de la mañana del día sábado, en una curva cerrada, los emboscó un grupo armado.
Los seis agentes de la Dirección de Operaciones Especiales y los dos efectivos de la comisaría de Natividad no tuvieron tiempo de reaccionar al ataque. Hasta la mascota que iba junto con ellos en la tolva, un perro mestizo llamado ‘Marcos’, fue víctima mortal de la rapidez y ferocidad con que se llevó a cabo el atentado.
Cuando las patrullas llegaron al lugar de los hechos, había un suboficial aún con vida. Falleció al momento de ser llevado al centro de salud debido a la gravedad de sus heridas.
Entre los fallecidos había cinco agentes Diroes. Uno de ellos era el Suboficial de Primera Wilder Eliseo Conozco, de 38 años de edad. Junto con él iba también Iván Muñoz Fasabi, de 33 años, y al que su arrojo para las misiones le valió el apelativo de ‘Creyzi’ entre sus compañeros. Sandro Villegas Corahua era el más joven de todos, con apenas 23 años. El popular ‘Fachi’ egresó de la Escuela Policial de Ica en 2019, como parte de la promoción ‘Honestidad’.
Los más experimentados del escuadrón Diroes eran Luis Alberto Cerrón Palacios, de 48 años, y Alfredo Loayza Carbajal, de 52. Luis Alberto, o ‘Tico’, como lo llamaban sus sobrinos, era el más orgulloso abuelo y padre de familia. Alfredo celebró su último cumpleaños el 22 de diciembre y era un incansable amante del fútbol.
Juvenal Collahuacho Flores también perdió la vida en el ataque. El último 1 de enero cumplió 30 años y tenía una prometedora carrera por delante. Incluso, en 2019, había sido elegido para llevar un curso de capacitación en los Estados Unidos.
El séptimo fallecido es Williams Quispe Anchay, de 38 años. Fiel devoto del Señor de Ayabaca, había terminado recién un curso de mecánica automotriz. Él y Collahuacho estaban destacados en la comisaría del Centro Poblado Natividad.
Los restos de los efectivos abatidos fueron trasladados a Pichari, resguardados por comandos especiales. Según el Comandante General de la Policía, hay investigaciones ya en marcha para ubicar a los autores de la matanza.
Una hipótesis apunta a que la emboscada habría sido en respuesta a la “Operación Patriota”, la cual se llevó a cabo en el Vraem en agosto del año pasado.
Aquella vez, se dio un golpe fuerte a la organización criminal comandada por el líder terrorista Víctor Quispe Palomino, alias ‘Camarada José’. Se dijo incluso que el cabecilla habría resultado herido. Lo ocurrido en Pichari podría ser un mensaje de sobrevivencia enviado a las fuerzas del orden.
Lo que sí queda claro, al menos para el alto mando policial, es que el narcoterrorismo que aún opera en Pichari y alrededores está detrás de la emboscada.
Los cuerpos de los siete valerosos efectivos caídos fueron trasladados desde Pichari a la ciudad de Huamanga para que se les practique la necropsia de ley.
Entre tanto, se espera la evolución favorable del capitán Mego Villogas, sobreviviente del atroz ataque, y cuyo testimonio será clave para dar con los culpables.