Hoy:

    Luis Mesones Odar, el 'profugo clave' en la investigación contra Sada Goray

    Al exesposo de la empresaria investigada por pagar coimas millonarias durante el gobierno de Pedro Castillo, se le acusa de pertenecer a una organización criminal y de delito de colusión, lo que podría llevarlo 20 años a la cárcel

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    Mide un metro ochenta, pesa más de 80 kilos, pero a este hombre nadie lo ha visto. Y aunque es difícil que pase desapercibido, no hay rastro suyo por ninguna parte. Es literalmente un fantasma. Pero este fantasma tiene nombre y apellido. Se llama Luis Mesones Odar y es el exesposo de la empresaria, Sada Goray Chong.

    La policía llegó a su casa de Trujillo el último viernes para apresarlo de forma preliminar y no lo encontró. Desde ese día es un prófugo de la justicia.

    Atrás han quedado los días en que era un respetado miembro de alta sociedad trujillana. En esa ciudad fue elegido decano del colegio de Ingenieros y hasta tentó un cargo como autoridad municipal desde las filas del APRA, pero ahora sólo le ha dado por ser un fugitivo.

    Es el único que no ha podido ser arrestado en esta trama de corrupción. Una trama que llega hasta Pedro Castillo cuando estuvo sentado en Palacio de Gobierno.

    ¿Pero quién es él y qué rol jugó en esta historia de sobornos y favores empresariales?

    Al chiclayano Luis Mesones Odar se le señala de pertenecer a una organización criminal y del delito de colusión. Cargos cuyas penas pondrían hacerlo pasar 20 años en la cárcel. Una condena lapidaria para un hombre que en unos días más está próximo a cumplir los 60.

    Luis Mesones se ubica en esta historia por dos cosas importantes. Primero porque es el fundador de la empresa Marka Group junto a su entonces esposa Sada Goray. Y segundo porque años más tarde, fue contratado como un influyente asesor de Pedro Arrollo Marquina, presidente del directorio del Fondo Mivivienda; precisamente la entidad del Estado desde donde se tomaron decisiones claves para favorecer a Marka Group.

    Esa es la tesis de la fiscalía.

    Y aunque él lo niegue, más de un testigo ha declarado a la justicia que lo vio sentado en Comités del Directorio del Fondo Mi vivienda donde se tomaron medidas para favorecer a Marka Group, la empresa que fundó con Sada Goray, su ahora exesposa.

    Mesones llegó al fondo Mi Vivienda de la mano de Pedro Arroyo, un amigo de carpeta en la Universidad Nacional de Trujillo. Aquí se conocieron mientras estudiaban para ser ingenieros industriales.

    Arroyo le dio trabajo en el Fondo Mi Vivienda a su amigo ingeniero y lo contrató como su asesor principal con un sueldo de 34 mil soles.

    En realidad, Arroyo le estaba devolviendo el favor a su amigo. No hacía mucho tiempo, entre octubre de 2018 y abril de 2020, que Mesones lo había contratado como gerente administrativo en su empresa Saber Comunity. Otra firma, por cierto, que Mesones fundó junto a Sada Goray.

    Ahora en el Fondo Mi Vivienda, los amigos Mesones y Arroyo se encontraban nuevamente. Y todo indica que tenían un solo propósito.

    Como presidente del Directorio, Arroyo cambió a los miembros del comité. Esto a pedido de la propia Sada Goray, tal como ha revelado este programa. El objetivo era tener un control total de la institución para lograr beneficios comerciales a favor de la empresa Marka Group.

    Con un asesor influyente como Luis Mesones a la cabeza y con una remozada estructura del directorio del Fondo Mi vivienda, el camino quedó allanado para Sada Goray y su empresa. Ella ha confesado que para lograr estas movidas y otras más tuvo que pagar un millonario soborno que sobrepasa los 5 millones de soles.

    Para las autoridades fiscales, su exesposo Luis Mesones es una pieza importante en este esquema de corrupción. Por esa razón, el último viernes era uno de los hombres más buscados por la policía de Trujillo.

    Es probable que presintiera que algo malo estaba por ocurrirle. Y por eso se mandó mudar. La segunda hipótesis es que alguien le filtrara el dato a tiempo y por eso se ocultó. La información, sin embargo, fue mantenida en absoluta reserva por la fiscalía y la policía.

    Al menos así fue en Lima. En Trujillo, la tierra donde Luis Mesones echó raíces, es aún un lugar donde tiene contactos y amigos fieles que por ahora parecen ser la llave para poder evadir a la justicia.