Hoy:

    Denuncian a procurador Galindo por errores que permitieron absolver a terroristas

    Aseguran que mantiene una relación sentimental con trabajadora que entorpece la labor de la Procuraduría Antiterrorismo.

    Juan Ríos, quien hasta hace una semana era abogado de la Procuraduría Antiterrorismo, denunció a su ex jefe, Julio Galindo, por una serie de negligencias en los procesos judiciales que llevaron a la absolución de cabecillas terroristas.

    Según el denunciante, en el caso de Alex Gutierrez Mantari, alias Chucho; y Jorge Luis Hinostroza, alias Lucho, detenidos en el 2012 por sus vínculos con el clan Quispe Palomino en el Vraem, se omitió información valiosa durante el juicio, por lo que fueron absueltos por el cargo de colaboración.

    Si bien Chucho y Lucho siguen presos por el presunto delito de lavado de activos, será difícil demostrar que lavaban dinero del terrorismo, si otra instancia resolvió que no colaboraron con los hermanos Quispe Palomino.

    Ríos dijo que debió pedirse algo básico, como el levantamiento del secreto de las comunicaciones, pues a ambos se les encontró más de 5 celulares, pero no se hizo.

    Galindo admitió que se cometieron errores, pero dijo que fueron de algunos elementos de su equipo que ya no trabajan con él. Asegura que los nuevos abogados de la Procuraduría han presentado los recursos de nulidad respectivos.

    Al caso de Chucho y Lucho, se suman el de otros detenidos por vínculos con el terrorismo como el de Carlos Rodríguez Castillo, alias Papujo, procesado por ser presuntamente el principal financista de las actividades del camarada Artemio en el Huallaga y uno de los narcotraficantes más activos del Monzón. Papujo y 40 de sus correligionarios fueron absueltos a finales del 2013 y están libres. En este caso, la Procuraduría presentó hasta 5 abogados que no tuvieron tiempo para empaparse del caso y presentar una acusación firme.

    Sin embargo, las denuncias por incompetencia vienen acompañadas por otra relacionada a una mujer que de ser encargada de limpieza se convirtió en la mano derecha de Galindo. Se trata de Rocío Huamán, a quien algunos llaman “la jefa”.

    Ríos y otros trabajadores aseguran que valiéndose de su supuesta relación sentimental con el procurador, “la jefa” maneja la oficina de tal manera que entorpece el trabajo de la institución.

    Galindo niega la relación y asegura que las denuncias obedecen a represalias por haberlos despedido. La misma Huamán señala que solo son rumores que tienen el ánimo de dañar su imagen.

    El Ministerio del Interior ya ha remitido el memorándum con la denuncia al Ministerio de Justicia para que haga las investigaciones pertinentes.