Hoy:

    El crimen del gallero

    La familia de Fernando señaló que no descansará hasta encontrar justicia

    Domingo al día

    Un empresario, dueño de un fundo en Supe, fue asesinado por unos sicarios cuando estaba en medio de unas apuestas en un coliseo de gallos. Los asesinos lo siguieron hasta el baño y le dispararon en la cabeza. Sus familiares y amigos exigen justicia, sobre todo que se capture a estos criminales que acabaron con la vida de este padre de familia.

    Aquel día Fernando Arellano estaba con su pareja. Ella relata que se encontraron con algunos amigos, pues en el coliseo Tradiciones Supanas se celebraba un cumpleaños seguido de una pelea de gallos. El hombre de 53 años estaba allí desde las 2 y 30 de la tarde. En un momento acudió a los servicios higiénicos y sigilosamente un sicario encapuchado lo siguió hasta el baño y de repente le disparo en la sien, acabando con su vida.

    Este es el momento en que su pareja corre para ver a Fernando, estaba en el suelo, en medio de un charco de sangre. Difícil creer que aquel hombre con el que minutos antes estaban riendo, tomando, había sido asesinado.

    Todos quedaron sorprendidos al verlo sin vida. Los que lo conocen señalan que él no tenía problemas con nadie porque era un hombre muy querido por todos sus amigos y vecinos.

    Todos señalan que Fernando no recibía amenazas, pero se deslizó que al parecer uno de sus socios era extorsionado, tal vez ante la negativa de un pago, podría haber sido asesinado. Dicen también que constantemente ganaba en las apuestas cuando había pelea de gallos, por ello posiblemente alguien quería atentar contra su vida.

    En Supe todos exigen mayor seguridad, los pobladores han realizado plantones para pedir patrullaje en las calles, por la ola de crímenes y asaltos a mano armada. Además, por muchos asesinatos sin resolver.

    La familia de Fernando señaló que no descansará hasta encontrar justicia, piden a las autoridades que investiguen el caso, para dar con los responsables de este cruel asesinato en una ciudad que pide a gritos seguridad.