En esta historia el superintendente de bienes nacionales Wilder Sifuentes Quilcate y el presidente del congreso, Alejandro Soto, tienen algo en común. ¿Qué une a estos dos importantes funcionarios públicos? La respuesta está a 50 kilómetros al sur de Lima, en el balneario de Santa María del Mar.
En estos terrenos de 35 mil m2, cedidos por la SBN, ubicados cerca del mar, el Congreso planea construir un centro de capacitación y estudios para congresistas, asesores y trabajadores.
Se trata de una construcción sin precedentes que se estima costará 17 millones de soles, contará con aulas de capacitación, restaurantes y áreas al aire libre en uno de los balnearios más exclusivos del sur de Lima.
Y mientras el congreso se prepara para actividades con “vista al mar” en esta historia se esconde un muy bien guardado secreto entre el superintendente de bienes nacionales y el parlamento. La hermana menor del superintendente Sifuentes Quilcate ha sido contratada en palacio legislativo como médico ocupacional, vaya coincidencia sólo unos días después de que la SBN encabezada por Sifuentes le entregara al Congreso el terreno ubicado en Santa María.
El pasado dos de octubre el presidente del congreso Alejandro Soto Reyes retomaba un plan para entregar al congreso nuevas instalaciones muy lejos del ruidoso centro de Lima. Ese lunes la SBN le entregó en cesión de uso un terreno de más de 35 mil metros cuadrados ubicados en una zona de habilitación recreacional en Santa María del Mar.
Con esta firma el congreso se comprometió a entregar el proyecto definitivo del nuevo local en Santa María en un plazo máximo de dos años. De no cumplirse con los plazos el presidente Soto y la directora general de administración Marisol Espinoza saben perfectamente que se perderá la cesión del terreno, que regresará a la SBN.
En dos años como máximo este balneario residencial recibirá el diseño listo de una enorme sede parlamentaria pese a que el plan de desarrollo urbano de Santa María del Mar, según el alcalde, busca mantener el equilibrio entre el crecimiento inmobiliario y las playas del distrito.
Aquí mismo, a unas cuadras del malecón, sin todavía pedir la opinión del alcalde, el Congreso ha decidido construir un centro de capacitación y estudios presenciales para congresistas y trabajadores que se han mostrado, paradójicamente, fanáticos de la virtualidad.
El plan de verano parlamentario parece ser ambicioso. Según la resolución 0958-2023 de la SBN, el Congreso ha cumplido con todos los requisitos para iniciar de una vez por todas la construcción de su nueva sede playera. El documento indica con lujo de detalles los nuevos espacios pensados en el bienestar de cuatro mil personas entre congresistas, asesores y trabajadores del legislativo.
El local tendrá 2 auditorios con capacidad para 800 personas cada uno, 6 salas de usos múltiples, 3 ambientes para biblioteca, 6 baterías de baños, un área de recepción, 3 restaurantes cafetería, estacionamiento para 500 autos, 10 aulas para 230 alumnos y 3 zonas de rotonda para reuniones al aire libre.
Y aunque algunos piensan que palacio legislativo debería ser clausurado, la administración avanza con la construcción del nuevo centro de salud y ahora se prepara para gastar al menos 17 millones de soles en el local de Santa María del Mar.
Como dice un viejo adagio, "veraneando se va el tiempo volando". Quien también parece irse volando de Santa María del Mar es la propia cabeza de la SBN.
Es jueves 14 de diciembre, Wilder Sifuentes Quilcate acaba de reunirse con el alcalde de Santa María para tratar temas de otros terrenos. Mientras esto sucede, su hermana Elisa Sifuentes Quilcate también debería estar trabajando, pero en el Congreso.
Elisa, médico de 33 años, entró a trabajar al congreso a inicios de noviembre pasado, un mes después de la firma del convenio entre su hermano y el presidente Alejandro Soto para ceder en sesión de uso el terreno de Santa María.
El pasado 4 de setiembre, el jefe del grupo funcional del servicio médico del congreso, Miguel Marquina solicitó un médico ocupacional para la atención médica de congresistas y trabajadores. El requerimiento tenía carácter de urgente, se buscaba apoyo en especial durante las sesiones del pleno.
Pese a la urgencia, el congreso demoró dos meses en decidir la contratación. Y vaya casualidad, contrató nada menos que a la hermana menor del superintendente Sifuentes Quilcate. Según su cotización y autorización para el pago de abono en su cuenta bancaria, dice los siguiente ”Señores Congreso de la República, es grato dirigirme a usted para saludarlo y hacerle llegar mi cotización. El costo total asciende a 17 mil soles. Plazo de pago, 60 días calendario. Firma: María Elisa Sifuentes Quilcate”.
Fuentes directas indican que María Sifuentes empezó a trabajar el 6 de noviembre pasado, ese día aseguran ingresó al chat de atenciones del servicio médico. Pese a tener un contrato vigente, Elisa Sifuentes, una médico con suerte, no asistió a trabajar durante tres días consecutivos. La buscamos el miércoles, jueves y viernes, en el tópico del Congreso y en el pleno, pero no la encontramos.
Buscamos la respuesta de la jefa de administración, Marisol Espinoza, pero sólo nos dijeron que estaba en reunión. Lo que sí sabemos es que una de las personas que le habla al oído al hombre con más poder en el Congreso parece que corrió a darle la noticia.
El Congreso ya tiene su terreno de playa, y el superintendente de bienes nacionales a su hermana con trabajo. Coincidencias de la vida.