Chincha: Rescatan a menores de edad de red de prostitución
La PNP capturó a los integrantes de una organización criminal que se dedicaba a captar menores de edad de otras regiones y obligarlas a ejercer el meretricio en Chincha. Usaban el mismo sistema delictivo del Tren de Aragua
En Chincha, un clan familiar dedicado a cometer un delito tan grave como la trata de personas arrastraba a menores de edad desde la selva, cobrándoles multas entre 800 a 1000 soles para sumergirlas a un cautiverio inhumano y la prostitución.
Su nombre no será expuesto. Por lo que la llamaremos Katrina. Domingo Al Día pactó una entrevista, pero al aire libre no dirá una sola palabra, según indicó. Hay muchas personas que esconden sus rostros ante la llegada de la prensa. Todo aquel que hable por teléfono podría alertar a los grupos criminales.
Ya sea en los peajes, locales nocturnos o hasta en la misma calle. Todas responden al llamado de las "mamis". Mujeres que las tienen apresadas con una violencia desmedida. Sí, una mirada siniestra fijada en niñas traídas desde la provincia. Katrina asegura que nadie puede acercarse a las menores ni hablar con ellas porque podrían intentar rescatarlas.
Son recuerdos que no pueden desaparecer por el encierro que Katrina también tuvo que vivir desde los 15 años. En ese círculo vicioso hay tantas historias donde detallan cómo hacen para que las menores aguanten tantas horas de trabajos forzosos.
La policía elabora planes estratégicos para desarticular a estas organizaciones criminales que disimulan su accionar en inmuebles que no levantan sospechas. El mensaje tiene que ser contundente, porque escondan donde se escondan, todo un imperio criminal se venía abajo.
Para eso, las técnicas especiales de inteligencia eran cruciales. La denuncia de un ciudadano alertó a toda la división de trata de personas. Mimetizados agentes seguían de cerca a las menores que eran obligadas a beber licor.
Una de estas pequeñas consiguió un celular y enviaba audios para que las puedan sacar de ese infierno. Empezaba a dar cuenta de quienes estarían detrás de arrastrar a más víctimas desde la selva hasta estas cantinas que solo cumplían la función de fachada. En el segundo piso, todo enrejado para que nadie pueda escapar con cámaras de seguridad por todo el lugar.
Hasta que una de sus captoras cometió el error de trasladar a una de las niñas a una posta para que sea atendida de emergencia, pues su salud corría peligro. Son bandas criminales peruanas dedicadas a imitar al mismísimo Tren de Aragua que oprimió a tantas mujeres de Venezuela, Colombia y Ecuador. Con multas impagables de 15 mil soles, tan solo por pisar suelo peruano.
Ahora este clan familiar encadenaba a las mentes más vulnerables para que se alineen con el pago de multas y el pago de cupos semanales. Antes de salir, las maquillaban y así mandar las fotografías a los futuros clientes. Todo por los billetes que no dejaban de caer. Agentes contra la trata de personas y efectivos de la región policial de Chincha entraron para desbaratar todo secreto a lo prohibido.
Hombres sorprendidos por tantos hombres uniformados. Nadie habla todos contra la pared. Cada cuarto con candados por fuera para que ninguna pequeña pueda relacionarse con el exterior. Cuartos de olores despreciables sumados a todo el licor que necesitan sus clientes.
En dicho operativo resalta la presencia de aquella mujer vestida de negro. Todas la reconocen como la mami. Su nombre es Orfina Aliaga Baldeón de 52 años.
Según la policía, es la cabecilla de todo un organigrama criminal. Donde ella es la cabeza que decide cuántas niñas serán trasladadas desde Atalaya, Ucayali y convencer a ingenuos padres que dejen a sus hijas bajo su tutela para darles una supuesta mejor calidad de vida.
Asegura que no sabía que eran menores de edad, pero cuando la policía encontró los montos que cada pequeña cobraba en dicho local, esta fue su respuesta. Otra persona involucrada en todo este delito es nada menos que su propia hija. Casandra Arquiño Aliaga de 27 años.
Junto a ellas también fue capturado el dueño de uno de los inmuebles. Víctor Napa Yataco. Los tres tendrán que responder a la justicia durante los diez meses de prisión preventiva que duren las investigaciones.
En total fueron rescatadas 7 mujeres mayores de edad, víctimas de explotación sexual y tres niñas que vieron la luz de esperanza al refugiar tantos sentimientos que atoraron durante un cruel encierro.