Brutal asesinato de joven venezolana en el norte chico
Extranjera fue acribillada en Huaral tras ser captada por integrantes del "Tren Aragua" para prostituirla. La víctima recibió 38 disparos
A continuación, les contamos quien era esta joven venezolana acribillada esta semana en Huaral y cómo ahora “El Tren de Aragua” capta a jovencitas a través de las redes sociales para luego prostituirlas.
Una nueva modalidad de trata de personas que ha llegado a nuestro país y que es contada por las propias víctimas.
El querer librarse del infierno en el que vivía, terminó costándole la muerte. Su cuerpo llevaba la marca de la crueldad de sus verdugos, 38 orificios de bala no solo era una advertencia sino también una venganza del Tren de Aragua que opera también en el norte chico.
La dejaron irreconocible, pero su cadáver viene develando detalles de su posible identidad. Tres llamativos y particulares tatuajes en la piel han llevado a conocer que era llamada Ambar y que era obligada a prostituirse en un burdel de Huaral. Una extranjera, de aproximadamente 20 años que tenía los días contados.
Sus asesinos, aprovecharon la madrugada para llevarla lejos de la ciudad y ahí acribillarla sin piedad. La misma suerte habrían corrido estas jóvenes que fueron rescatadas en el norte chico y que ahora, nos cuentan como las captaron por redes sociales.
Ahora, las mafias de proxenetismo engatusan a las chicas a través de tiktok e Instagram. Observan sus videos, estudian a su posible víctima, les dan likes y entablan conversaciones, para luego traer a las menores de edad y prostituirlas en las llamadas plazas o a través de catálogos.
Las tenían en un cuarto, sin ventanas, la crueldad con la que eran tratadas era tal, que a veces comían y otras no. Lo único que les importaba a sus captores era que pagarán la cuota diaria.
Nuevas modalidades que tendría El Tren de Aragua para captar a bellas jóvenes, otra sería utilizando agencias de modelos y organizando concursos de belleza en zonas alejadas de Venezuela, certámenes bien elaborados, con escenografías vistosas y jugosos premios.
Eventos que promocionan a través de redes sociales o en volantes repartidos en las calles. Adolescentes entre los 15, 16 y 17 años que creen que su belleza puede mejorarles su calidad de vida y que terminan cayendo, sin querer, en la mano de sus tratantes.
En algunos casos ofreciéndoles trabajar como modelos en otros países o solo prometiéndoles un futuro mejor.
Esta joven que está a punto de cumplir 16 años fue traída con engaños a nuestro país, hace más de 2 meses y desde ese momento ha sido explotada sexualmente, en las calles de Huacho, narra con lujo y detalle cómo era maltratada por los tratantes del norte chico o más conocidos como ex integrantes de Puros hermanos sicarios y hoy por hoy, integrantes de los "Hijos de Dios".
Sicarios que graban sus crímenes sin mostrar el rostro, pero exponiendo su peligrosidad. La mujer a la que hace alusión es esta guapa venezolana, que, según las víctimas, ella, es la que las convence de venir al Perú y con la que tienen constante comunicación, en el trayecto de Colombia o Venezuela hasta nuestro país y una vez que las pone en las calles, dejan de saber de ella.
Mientras, según la policía, Enmanuel Tovar, alias cachete sería el cabecilla de los tratantes del norte chico. Él estaría detrás de todas las muertes a las víctimas de explotación sexual en Huaral, Chancay, Huacho y Pasamayo.
Órdenes que cumplía por encargo de alias Mamut, quien se encuentra en Challapalca. Todos ellos formarían parte del Tren de Aragua, avezados integrantes de distintas facciones que se disputan la hegemonía de las plazas en todas estas zonas e impartir temor a las víctimas que explotan sexualmente, a las que no les queda otra, que salir a las calles de la llamada zona rosa, con diminutas prendas en busca de clientes.
Entre lágrimas, dicen arrepentirse de haber pisado suelo peruano, sobre todo de haber caído en manos de criminales que se encendían tras el tiktok, fingiendo ser sus amigos, prometiéndoles el oro y el moro, con tal de prostituirlas.
Una triste realidad que viven niñas que se vieron obligadas a convertirse en adultas de un momento a otro, sin querer. Mujeres que ahora solo piden las trasladen a sus países para dejar atrás los terribles momentos que han tenido que experimentar en carne propia.
Ellas son menores de edad que cayeron en manos de los conocidos como los Hijos de dios, una temida banda que no sólo tiene sus tentáculos en Lima.