La cantidad de personas afectadas por esta enfermedad tropical en Campinas en lo que va del año alcanzó un total de 32.384, un récord en la historia de esta ciudad cercana a Sao Paulo (sureste), sede para Brasil 2014.
"Es una epidemia récord, que supera los 11.500 casos registrados en el año 2007", dijo a la AFP Andrea Von Zuben, coordinadora del programa de lucha contra el dengue en la alcadía de Campinas.
El dengue se asemeja a una fuerte gripe, y es raramente mortal: de todos los casos registrados, solo hubo tres muertes, de mujeres de 69, 27 y 81 años. Otras tres muertes aún están en estudio para determinar si se debieron al Aedes Aegypti, el mosquito que lo transmite.
En la mayoría de los casos, si los síntomas aparecen, la enfermedad se manifiesta por fiebre, dolores articulares y musculares, náuseas y dolor de cabeza, a veces erupciones cutáneas, durante un periodo máximo de siete días.
Beber y beber
Von Zuben intenta tranquilizar: las dos selecciones llegarán en "condiciones climáticas desfavorables para los mosquitos", con temperaturas más bajas, y los sitios que frecuentarán fueron fumigados.
"Colocamos larvicidas y veneno contra mosquitos en el aeropuerto, en los centros de entrenamiento y los hoteles; las selecciones correrán mucho menos riesgo que la población", remarcó incluso Von Zuben. Además, la zona más infectada de la ciudad, el noroeste, es bastante distante de los alojamientos mundialistas.
También se aconsejó a los equipos mundialistas que utilicen repelentes, ya que no existe aún una vacuna ni un remedio contra el dengue, al que solo se trata con una fuerte hidratación (4,5 litros diarios), por vía intravenosa si fuese necesario.
La Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) dijo a la AFP que "está en contacto permanente con las autoridades locales". "Nos garantizaron que la situación estaba identificada y controlada, y que no debería haber de qué alarmarse".
Cristiano Ronaldo, afectado por problemas físicos al final de la temporada, se recupera actualmente de dolores musculares en el muslo izquierdo. Lo último que precisa el capitán portugués es contraer una gripe tropical.
(AFP)