Los primeros 16 minutos de partido fueron un auténtico recital de fútbol del Atalanta, hecho de técnica, velocidad, organización táctica y personalidad. Una tormenta de fútbol que culminó con el gol del 1-0 de Duván, quien fulminó al meta polaco Wojciech Szczesny con un derechazo tras una excelente asistencia con el exterior de la pierna derecha del Papu Gómez.
El Juventus necesitó unos 30 minutos para coger ritmo y encontrar maneras para hacer daño a un Atalanta sólido y con confianza. El argentino Paulo Dybala creó los únicos peligros locales en la primera mitad.
El muro visitante aguantó hasta el 54, cuando un toque con un codo del holandés Marten De Roon causó una pena máxima que Cristiano transformó con seguridad. El gol de CR7 dio nuevo empuje al Juventus, pero el Atalanta no salió del encuentro y consiguió mantener el equilibrio.
Un buen Duván dejó paso a su compatriota Muriel en el 67 y el recién entrado puso en tremendos apuros a la zaga juventina. Su velocidad y técnica propició el golazo del 2-1 del Atalanta en el 81, cuando Malinovsky controló en la frontal del área un pase de Muriel y fulminó a Szczesny con un tremendo derechazo.
Tiró de Cristiano el Juventus en su desesperado empuje final y una ingenuidad de Muriel provocó el segundo penalti a favor del equipo de Maurizio Sarri.
Una vez más, Cristiano no tembló, cruzó el disparo y anotó el definitivo 2-2 que deja al Juventus a un paso del título, aunque no sin sustos contra una Atalanta que mereció más. EFE