Reinfección por COVID-19: ¿Cómo saber si me volví a contagiar?
Un especialista te explica cómo reconocer si una persona está regresando a la semana de peligro del COVID-19 con una reinfección o si se trata de secuelas
En muchos casos, las secuelas que deja una infección por coronavirus pueden durar hasta tres meses. Sin embargo, cuando este tiempo se prolonga o aparecen nuevos síntomas, puede tratarse de una reinfección de COVID-19.
El Dr. Luis Pacora del portal “Hablando de Salud” explica que la reinfección es una situación real en el mundo, comprobada científicamente mediante el rastreo genético del virus y el uso de pruebas moleculares. Pero, a este último muchas personas no tienen acceso rápido.
Por ello, para aprender a diferenciar un síndrome post COVID-19 de un caso de reinfección, es importante entender que el coronavirus se desarrolla en tres etapas distintas: el periodo de incubación, el cuadro clínico y la fase de recuperación.
A diferencia de la primera fase, donde usualmente se presentan síntomas de resfriado, la etapa del periodo clínico es la semana de peligro, ya que el virus empieza a afectar las células del organismo, ya sea a nivel pulmonar, gastrointestinal, nasal, etc.
Recordemos que los síntomas del cuadro clínico se pueden presentar con la pérdida del olfato y/o gusto, diarrea, fiebre, tos con flema y dificultad respiratoria.
Pero, ¿qué pasa si me empiezo a sentir mal otra vez después de superar el COVID-19?
"Si usted es una persona que ha tenido COVID-19 y ha pasado por lo menos dos o tres meses desde que lo superó o ha tenido los síntomas del síndrome post COVID-19, pero después de ese lapso de tiempo vuelve a tener síntomas como escalofríos, decaimiento, malestar general; y además, pasado unos días pierde el olfato o gusto y tiene fiebre, eso es un cuadro de reinfección de coronavirus hasta demostrar lo contrario", explica el Dr. Pacora.
Hay que resaltar que el especialista indica que el síndrome post COVID-19 puede persistir varios meses después de superar la enfermedad.
Estas secuelas se presentan en forma de dolor de espalda y de pecho, sensación de falta de aire, ansiedad, pánico, miedo, palpitaciones o adormecimiento de manos y pies.
Es muy importante que un médico evalúe bien el caso para diferenciar las secuelas de una reinfección, ya que una fiebre después de la fase de recuperación podría significar una neumonía tardía, por ejemplo.
Ante la aparición de variantes y algunas tan predominantes como la Delta, es importante que incluso estando vacunado, te sigas cuidando. Ya que las vacunas no evitan la infección o que te vuelvas a contagiar, pero sí de que puedas enfermar gravemente o mueras.