¿Qué contienen las cenizas de una persona fallecida?
¿Qué es lo que realmente recibes cuando el cuerpo de una persona fallecida es cremado? Conoce qué sucede detrás de una cremación y qué alternativas existen para guardar las cenizas de un difunto
Cuando una persona fallecida es incinerada, ¿realmente las cenizas son un compuesto del cuerpo entero? Pues, la verdad es que no. Karla Cruz, una estudiante de medicina, compartió en Tik Tok lo que sucede detrás de una cremación.
¿Cómo son las cenizas de una persona fallecida?
Karla menciona que incinerar un cuerpo humano no lo convierte en cenizas, como cuando se quema madera, por ejemplo. Lo que queda tras la incineración son fragmentos de huesos secos, los cuales se colocan en una máquina llamada cremulador y, posteriormente, se pulverizan.
Un cremulador es básicamente como una licuadora de alta velocidad que procesa todo los huesos para que estos terminen convirtiéndose en cenizas.
Pero, ¿y qué pasa con la piel, los músculos o los órganos?
Bueno, Karla explica que primero se pone el cuerpo en el horno crematorio, donde obviamente todo se desintegra, pero los huesos son lo que no se llegan a quemar.
Así, tras la incineración, los fragmentos de hueso son lo único que queda para luego pasar por el cremulador. Finalmente, se tiene las cenizas que se entregan a los familiares en las urnas funerarias.
¿Qué hacer con las cenizas de un difunto?
Sobre qué hacer con las cenizas de un ser querido, la recomendación se basa en tomar una decisión antes del proceso de cremación, con el fin de que no interfiera con el duelo de los familiares al recibir los restos incinerados.
De acuerdo a una conocida empresa de seguros, estas son tres opciones básicas y las más recurridas por los familiares sobre qué hacer con las cenizas de un difunto:
- Enterrar las cenizas en un cementerio: Es la forma más habitual y tradicional para depositar los restos de un ser querido. El procedimiento y trámite es bastante similar al que se realiza con un cuerpo muerto.
- Nichos específicos para depositar urnas cinerarias: También llamados columbarios, pueden colocarse en cementerios o también se construyen en lugares como jardines, espacios cercanos al mar o en la montaña, por ejemplo, según los deseos de familiares y fallecidos.
- Esparcimiento en espacios abiertos: Muchas culturas y religiones contemplan este rito funerario del esparcimiento de las cenizas en lugares como el mar o la montaña. Actualmente, se suele elegir también lugares especiales o significativos, como la casa de su niñez, un parque especial o incluso un estadio de fútbol.
Claro está que existen otras posibilidades, como mantenerlas en un espacio dentro de la casa del fallecido, todo dependerá de la decisión de los familiares en torno a una alternativa que les permita facilitar el duelo.