4 cosas que deben saber los niños si se pierden en un lugar público
Una psicóloga te brinda cuatro recomendaciones para preparar a los niños cuando se encuentren perdidos en la calle o en algún lugar público
¿Que decirle a un niño para preparlo en el caso que se pierda?
Si algunas vez tu niño se perdió en la calle y entraste automáticamente en pánico por la situación vulnerable en la que se encuentra, probablemente es porque tu pequeño y tú no saben cómo actuar frente a este tipo de situaciones.
Lo más importante, ante la desesperación, es tener la seguridad de que el menor conoce qué hacer cuando se pierda. Los niños tienen la capacidad de aprender y aplicar medidas de emergencia si estás son comunicadas de manera clara y precisa.
Por ello Milena González, psicóloga, comparte cuatro indicaciones que debes enseñarle como padre o madre a tus pequeños hijos, en el caso de que se pierdan en un lugar público y así evitar que se pongan en peligro:
1) La especialista, primero, sugiere comunicarle a los niños que, si pierden de vista a papá o mamá, lo primero que tienen que hacer es quedarse quietos y justamente dónde están. Es necesario repetirles que deben evitar correr de un lado a otro.
2) En el mismo lugar donde se encuentre quieto, ellos deben buscar con la mirada en las personas, la cara de mamá, papá o la persona con la que estaban.
Si no los encuentra, debe identificar cerca a un policía, guardía de seguridad o una persona adulta de confianza, por ejemplo, una mamá que esté con niños. Tras ello, es importante que el pequeño les pida ayuda y comunique que está pérdido.
3) Si no puede identificar a ninguna de estas personas, González señala que lo mejor es que sea momento de gritar muy fuerte “¡ayúdenme, estoy perdido!”, con el fin de que los adultos alrededor puedan ayudar al pequeño y llamar a seguridad.
4) Es muy importante que los niños sepan, previamente al llegar a un lugar público, que tú como padre, madre, familiar o cuidador lo vas a buscar y estás haciendo todo lo posible por encontrarlo para mantenerlo a salvo y seguro.
“No hay nada que tranquilice más a nuestro sistema nervioso que tener información clara y precisa sobre qué hacer en momentos de angustia y estrés. Esto a su vez es una forma de anticiparnos y prevenir que las cosas vayan a peor”, finaliza la psicóloga.
