¿Orinas mucho por las noches? Podrías padecer estas enfermedades

Quizás más de una vez te has levantado en las noches con muchas ganas de descargar la vejiga, lo cual es una situación normal. Sin embargo, cuando esas ganas de orinar se convierten en un hábito noche tras noche, puede que sea una mala señal para tu salud.

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Uno de los principales órganos afectados podrían ser los riñones o directamente la vejiga, pero primero deberás consultar a un medico y realizarte examenes para descartar todo tipo de infección o posibles enfermedades como:

1. Problemas con la próstata

Preocupate más si eres mayor de 40 años. Aunque las afecciones a la próstata suelen darse en una edad avanzada, un varón en edad adulta puede empezar a desarrollar patologías como el cancer de próstata y las ganas de orinar pueden alertarte sobre ello.

Incluso puedes tener muchas ganas de orinar, pero cuando vas al baño, desechas poca orina. Esto podría ocurrir por la presión que la uretra recibe de una próstata inflamada.

2. Infecciones urinarias

Muy frecuente en las mujeres, este tipo de infecciones suelen afectar al tracto urinario, aumentando las ganas de orinar, debido al dolor o sensación de ardor de la uretra. Por lo general, se recetan antibióticos pero deben tratarse a tiempo, ya que la infección podría generalizarse a otros órganos.

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3. Diabetes

Las ganas de orinar son una consecuencia de la enfermedad, debido a la gran cantidad de glucosa en la sangre. A mayor ingesta de agua, aumenta la voluntad de orinar a todas horas, incluso en las noches. Otro primer síntoma de la diabetes es sentir la boca constamente seca.

4. Insuficiencia renal

Esta enfermedad provoca que los riñones pierdan la capacidad de eliminar los desechos y equilibrar los fluidos, por lo que su funcionamiento se deteriora. En un estado crítico, el paciente puede necesitar un trasplante de riñon.

5. Vejiga hiperactiva

Es la necesidad repentina de orinar, que incluso puede resultar difícil de controlar y se puede producir una pérdida involuntaria de la orina. Suele ser más frecuente en mujeres, aunque en edad avanzada, puede ser un signo de una afección a la próstata en los hombres.

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