Prisionero estadounidense Alan Gross fue liberado por gobierno de Cuba
La situación de Gross, detenido en 2009 y condenado en 2011, era vista como el principal obstáculo para una normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Las autoridades cubanas liberaron al prisionero estadounidense Alan Gross ante un pedido de carácter humanitario formulado por Estados Unidos, afirmó un funcionario de la Casa Blanca, en Washington.
El estadounidense, de 65 años, cumplió cinco de una pena de 15 años por "amenazas a la seguridad del Estado" y espionaje, después de haber sido arrestado en 2009 por distribuir sofisticados equipos de telecomunicación satelital cuando se desempeñaba como subcontratado de la Agencia Estadounidense de Ayuda al Desarrollo (USAid).
Instantes después de conocerse las primeras informaciones sobre la liberación de Gross, la Casa Blanca anunció que el presidente Barack Obama hará un pronunciamiento sobre Cuba al mediodía local. En forma simultánea el presidente cubano Raúl Castro hará una alocución especial sobre las relaciones bilaterales con Estados Unidos, anunció en forma sorpresiva la televisión de la isla.
La situación de Gross, detenido en 2009 y condenado en 2011, era vista como el principal obstáculo para una normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El lado cubano expresó en diversas oportunidades su disposición a discutir el caso de Gross en un contexto que incluya la situación de tres agentes cubanos, de un grupo original de cinco, que cumplen pesadas penas de cárcel en Estados Unidos.
Hasta el momento Washington se negó de plano a considerar la posibilidad de un intercambio de prisioneros con Cuba, y el Departamento de Estado se concentró en solicitar a La Habana la liberación de Gross por una cuestión humanitaria.
Por su parte, el propio Gross criticó reiteradamente la falta de empeño del gobierno estadounidense por su liberación. Este año llegó a realizar una huelga de hambre durante una semana para presionar a la Casa Blanca, pero interrumpió esa protesta a pedido de su familia.
Más recientemente, Gross se había negado a recibir también la visita del personal de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en protesta por la falta de acción por parte del gobierno para obtener su liberación.