Sada Goray y Mauricio Fernandini: Cómo se resolvió la medida de 30 meses de prisión preventiva

Las jugadas y sobornos en el Fondo Mivivienda por las que Sada Goray y Mauricio Fernandini están siendo investigados, les ha costado 30 meses tras las rejas
 

Foto: Ministerio Público. Video: Cuarto Poder

La mañana del último viernes 4 de agosto, Sada Goray sorprendió a todos con una sonrisa y un mensaje para los presentes. Dos horas más tarde, ya sin cámaras, ella ingresó al penal Anexo Mujeres de Chorrillos donde se quedará 2 años y medio a la espera de una sentencia final.

Mauricio Fernandini, también la mañana del viernes, fue trasladado al penal Miguel Castro Castro. A pesar de algunos gritos de aliento, Fernandini se siente mal, está afectado y asustado en el penal, según ha dicho su abogado.

Hoy, como antes, como siempre, los peruanos somos nuevamente testigos de una trama que no es ficción, sino la cruda realidad.  Historia con personajes reales que han vivido en la fama, en la gloria y en la bonanza, mientras bailaban al ritmo de un aparato de corrupción al más alto nivel, moviendo millones de soles en sobornos que en el caso de Goray y Fernandini hoy les cuesta 30 meses de detención preliminar.

Entrada la noche del último jueves, el juez Raúl Justiniano concluyó el primer capítulo de esta historia. Fueron 12 horas de audiencia durante 2 días con variopintas escenas. Como en la audiencia los investigados no pueden tener acceso a equipos tecnológicos, procuraban distraerse mirando las computadoras o celulares de sus abogados.

Algunos tomaban sus provisiones con cuidado y sutileza, otros ponían sobre la mesa el piqueo que los ayudaba a resistir la maratón de pruebas fiscales que el juez debía repetir una y otra vez por cada imputado ahí sentado.

Sobre la empresaria Sada Goray, no sólo se escuchó de los más de 5 millones de soles en sobornos que la fiscalía sostiene alcanzaron al propio presidente Pedro Castillo, sino que además, se hizo una radiografía de cómo, de forma estratégica, se tomó el control del FMV y otras entidades del Estado como la SBN, para hacerse de millonarios proyectos y hectáreas de terreno.

Sobre Fernandini, el juez recordó que fue quien hizo el primer contacto con el ministro de Vivienda Geiner Alvarado y Salatiel Marrufo. Fernandini vio pasar delante suyo parte de los más de 5 millones en coimas y recibió pagos de 60 mil soles, 150 mil soles y 80 mil dólares a modo de bonos de éxito con los que la hipótesis fiscal señala compró un auto y un departamento.

La jornada fue pesada para todos los presentes, para todos, incluyendo el juez. En un momento Gavidia se queda dormido y, en otros, los bostezos de los demás también eran una muestra de un evidente cansancio.

Más de una vez, se vio a Sada Goray escuchar con molestia los dichos de su exsocia y hoy enemiga Pilar Tijero, pero hubo uno que le generó especial indignación: la sola mención a su pareja Sebastián Salem.

Sebastián Salem, el supuesto testaferro de Goray, es un excampeón de golf, pareja sentimental de la empresaria hace más de 6 años. Tuvieron un hijo, pero, más que ello, el nombre de Salem también aparece en dos de los proyectos inmobiliarios de Goray, Lima Bonita y Alto Larán. Actualmente Salem no está en el Perú. Salió del país en mayo pasado.

Pero no todo fue tensión en los dos días de audiencia. De todos, quien parecía más distendido era el contador Roger Gavidia quien procuró llegar muy bien cuidado a las audiencias y más de una vez sonreía en complicidad con su abogado.

Aunque los demás guardaban una postura más cauta, en un momento Fernandini mira hacia el lugar donde está el fiscal. Algo le llama la atención. Lo comenta con su abogado, quien también mira hacia el fiscal. Mientras el juez sigue exponiendo, Fernandini también se lo comenta a Roger Gavidia y a su abogado, quienes miran con curiosidad hacia el lugar donde está el fiscal. Hasta Sada Goray y su abogado ponen atención en lo que está ocurriendo. La empresaria mira y no puede contener esbozar una sonrisa. Las cámaras del Poder Judicial nunca llegaron a captar lo que pasaba en el lugar donde se ubica el fiscal.   

Pero todo cambió cuando el momento decisivo llegó alrededor de las 9 y 30 de la noche del último jueves. Todos escuchaban con atención la lectura del juez.

No hubo nada a favor de Goray. El juez consideró que no hay arraigo familiar, no hay arraigo laboral y lo más adverso es que tiene dos residencias en el extranjero, incluyendo la recién descubierta cédula de identidad en República Dominicana.

A favor de Mauricio Fernandini, el juez indicó que difícilmente puede huir del país al tener arraigo familiar por una hermana dependiente suya y por ser una figura pública fácilmente reconocible. Pero jugó en contra de Fernandini el no sustentar un arraigo laboral, el jugarse una futura pena grave y, lo peor, haber donado a su hermana dos propiedades en pleno proceso.

El joven contador Roger Gavidia y el ingeniero Pedro Arroyo, viejos conocidos y amigos de Sada Goray, cumplían con varios requisitos para seguir el juicio con libertad, pero jugaba en contra no haber sustentado un arraigo laboral.

Gavidia, quien se había mantenido casi incólume, se quiebra al escuchar el tiempo que estará encerrado. Con los ojos llorosos, agacha la cabeza y se lleva una mano al rostro. Está totalmente afectado. Sada Goray, Mauricio Fernandini y Pedro Arroyo, en cambio, lucen imperturbables, o quizá ya resignados.

Afuera del penal estaban las familias, las parejas y los hijos que esperan un fallo de libertad y que ahora deben proveer en bolsas ropa y comida para las primeras noches de 30 meses en un penal. José Orrego, el abogado de Sada Goray, apenas quiso hablar con los periodistas.

Dino Dagnino, abogado de Fernandini, cuenta los días para que se procese la apelación ante lo que considera un despropósito.

La presunta red que se tejió entre Palacio de Gobierno, el Ministerio de Vivienda y sus organismos adscritos y todo el clan de Sada Goray tiene muchos más personajes que figuran como investigados por la fiscalía.

Entre las 18 personas investigadas están grandes protagonistas como Salatiel Marrufo, quien está en libertad gracias a su colaboración eficaz, y no ha salido del país. Está Pilar Tijero, prima de Fernandini, y cuya información habría servido para descubrir los secretos que otros investigados omitieron revelar. Tijero está en Perú. Otro investigado es José Carlos Forero, exgerente general del FMV, quien un día después de la detención de Goray y Fernandini, el 8 julio pasado, se fue del país y todavía no vuelve. Italo Arbulú, ex abogado, socio y mano derecha de Sada Goray, también está como investigado. El 14 de junio se fue del país y tampoco ha regresado. Gonzalo Arrieta, ex director del FMV y ex jefe de Sencico por orden de Goray, no registra haber salido del Perú.

Sada Goray se va a prisión dos años después de aquel primer contacto con el gobierno de Pedro Castillo el 2021, y es que este mes de agosto cuentan dos años del primer “correo entre Mauricio Fernandini y el exministro Geiner Alvarado”.

Lo que un día fue no será. En este punto de no retorno, Sada Goray y Mauricio Fernandini, dicen los expertos, perdieron esa ansiada libertad por no decir toda la verdad y dejar que otros protagonistas lo contaran todo. Pesan sobre Goray 181 evidencias fiscales y pesan sobre Fernandini 53.

Cierto es también que estamos viendo la punta de un iceberg de corrupción que algunos aún llevan en estricto secreto.

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