La ruta del litio
EXCLUSIVO. Cuarto Poder profundiza en los vínculos entre los sobrinos de Pedro Castillo; el dueño de la casa de Sarratea, Alejandro Sánchez; y sus intereses empresariales.
Esta es la puerta del ya famoso departamento que ocupaban los sobrinos del presidente Pedro Castillo, una vivienda que todavía guarda más de un secreto.
Hace dos semanas, justamente, Cuarto Poder puso al descubierto el departamento ubicado en este edificio en Magdalena, que fue desocupado de manera presurosa, aprovechando la soledad de la madrugada.
Pero lo que no imaginaron es que en su apresurada huida dejaron más de una huella que hoy permite conocer más detalles de las andanzas de los sobrinos del mandatario desde que su tío llegó al poder.
Sólo días después la Fiscalía allanó el departamento y lo que se encontró fue más que interesante. Chips de celulares, libretas, y sobre todo, muchas tarjetas de presentación, que no parecen importantes, pero que muchas veces son el hilo de la madeja para conocer insospechadas historias.
Justamente en una bolsa de basura dejada en el departamento se encontró una similar a esta.
Una tarjeta de presentación que nos lleva a un nuevo capítulo de esta historia. Hoy, en exclusiva, en Cuarto Poder usted conocerá cómo llegó está tarjeta a manos de los sobrinos del presidente, quién es el empresario que se la entregó, y sobre todo, las gestiones y ofrecimientos de negocios de un hombre tan oculto, como cercano, al Presidente de la República.
Alejandro Segundo Sánchez Sánchez es el dueño de la casa Sarratea. El domicilio que el presidente Castillo usaba para sus reuniones nocturnas y no oficiales. Sánchez conoció a Castillo en el año 2017 en plena huelga magisterial donde fue una especie de benefactor. Así lo contó en la Comisión de Fiscalización del Congreso.
Sánchez es empresario, gerente general de empresas dedicadas al rubro de la salud y últimamente ha incursionado en la construcción. Aportó a la campaña de Castillo no sólo con la casa de Breña. Pagó también el alquiler del local de paseo Colón donde Castillo fue proclamado.
Pero eso fue en el campaña. Ahora Sánchez está en la mira de la justicia por la declaración de una mujer que visitó su casa de Breña, nos referimos a Karelim López.
López ha dicho ante los fiscales de lavado de activos que Alejandro Sánchez estaba muy interesado en un gran negocio minero vinculado al litio.
Hasta hoy lo dicho por Karelim López era solo una versión. Sin embargo, Cuarto Poder ha podido corroborar, con hechos y declaraciones, que el dueño de la casa Sarratea, tuvo y tiene un interés por el multimillonario negocio del litio. Es aquí cuando dejamos la casa de Breña y nos vamos al departamento de Magdalena.
Cuando la fiscalía allanó el departamento encontró entre las bolsas de basura esta tarjeta de presentación que lleva el logo de la empresa minera Macusani Yellowcake, una compañía que ha encontrado en nuestro país uno de los minerales más requeridos en el mundo: el litio.
La empresa Macusani Yellowcake, está bajo la gerencia de Ulises Solís Llapa, la tarjeta de presentación encontrada en el departamento de los sobrinos le pertenece a él.
Solís acepta que entregó la tarjeta encontrada en el departamento que usaban los sobrinos presidenciales. Recuerda que se reunió con Jean Marco Castillo Gómez, uno de los sobrinos del presidente. El mismo que usaba un carro de una proveedora del Estado hace dos semanas.
Pero esta vez la reunión con el empresario minero no la agendó el sobrino sino otra persona de suma confianza del Jefe de Estado. El dueño de la casa de Sarratea, Alejandro Sánchez Sánchez, que llamó en nombre de un particular interés presidencial.
Sánchez agendó la reunión rápido y a los pocos días llegó junto Jean Marco Castillo, el sobrino del presidente, a las oficinas de la empresa minera Macusani Yellowcake ubicada en San Borja, como lo demuestra el registro de visitas de la compañía.
Este hecho, hasta ahora desconocido, contradice la versión que Sánchez dio en la Comisión de Fiscalización del Congreso que investiga las posibles irregularidades de las reuniones presidenciales en Sarratea. Ahí aseguró que no tiene ninguna injerencia en la agenda del presidente Castillo.
Pero lo que dice el íntimo amigo del Presidente no es del todo cierto. A los pocos días de reunirse con el empresario minero, Sánchez le confirmó que el mandatario lo recibiría.
Y la promesa de Sánchez se hizo realidad el jueves 16 de septiembre del año pasado. Era tal el interés del dueño de la casa de Sarratea que ese mismo día por la mañana llamó al empresario minero para recordarle la hora de la reunión.
Y la reunión se concretó como lo confirma el registro de vistas oficial de Palacio de Gobierno. El empresario minero estaba acompañado de Christian Rosas, el asesor político de su empresa, quien se hizo conocido como activista del movimiento “Con mis hijos no te metas”. Además de ser hijo del pastor evangélico y excongresista fujimorista, Julio Rosas. El empresario minero y su asesor político aseguran que conversaron cerca de 6 minutos con el presidente. Ese tiempo fue suficiente para concretar una nueva reunión pero esta vez en Estados Unidos.
La preocupación de Sánchez por la reunión entre el empresario minero y el Presidente fue tal que incluso luego de la reunión en Palacio llamó al empresario.
Pero no fue todo. La reunión en Estados Unidos se concretó el martes 21 de septiembre. Estas son las fotos que lo demuestran. Aquí se ve al empresario Solís regalando una botella de vino, que uno de sus socios extranjeros, también presente en la reunión, produce.
Lo curioso de este viaje es que Alejandro Sánchez, el dueño de la casa de Sarratea, también viajó. Aquí se le ve en el hall de uno de los hoteles donde el mandatario desarrolló sus reuniones. Sobre ese viaje, Sánchez ha dicho que fue una coincidencia.
Sánchez contó que solo estuvo en Washington mas no en New York, que fue la ciudad donde Castillo se reunió con el empresario minero. Aquí empiezan algunas versiones que se contradicen. Según el empresario Solís durante el viaje a Estados Unidos nunca se vieron con Sánchez, sin embargo, su asesor político, Christian Rosas, recordó, que sí coincidieron con el dueño de la casa Sarratea.
Luego del viaje a Estados Unidos, a los pocos días, el empresario minero recibe una nueva, sorpresiva e inesperada llamada de Sánchez. Esta vez para ofrecerle un negocio entre los dos.
Este dato también es revelador porque se puede corroborar con la realidad. Efectivamente, Alejandro Sánchez es gerente de OMA CONSTRUCTION, una empresa vinculada a la construcción y arquitectura, como él mismo lo acepta.
Según SUNAT, esta empresa la formó en abril de año pasado, tiene como dirección oficial la casa Sarratea y como actividades económicas figura: “ARQUITECTURA E INGENIERÍA Y ACTIVIDADES CONEXAS DE CONSULTORÍA TÉCNICA”. Según el empresario minero luego de esa comunicación nunca más tuvo conversaciones con Sánchez. Quien no puede decir lo mismo es su asesor político, Christian Rosas, quien nos confirmó que a la fecha sigue hablando con Sánchez sobre el proyecto del litio.
El asesor político habla de asegurar el proyecto. Hicimos escuchar la llamada telefónica que le hicimos a Rosas, al empresario minero y esta fue su respuesta.
La cercanía entre Rosas y Chávez es tal que el propio Rosas admite que el dueño de la casa de Sarratea lo ha visitado en su casa. La pregunta: qué poder tiene Sánchez sobre el presidente y sobre las decisiones de Estado que un gran empresario y sus asesores lo buscan?
Pero, ¿qué tan millonario es el negocio del litio? Según el gerente de Macusani encontraron litio a inicios del 2018 en la región de Puno. Ha explorado a la fecha 800 hectáreas. Donde aseguran tener cerca de 4.7 millones de toneladas de litio, en un contexto en el que en el mercado internacional se paga por cada tonelada 57 mil dólares y esta cifra se podría duplicar si aprueban los pedidos de ampliación de exploración que la empresa presentó en julio pasado.
Pero hay también un hecho concreto. No hay, a la fecha, un documento que haya beneficiado directamente a la empresa. Es más, según el ex viceministro de energía y minas, Jorge Chávez Cresta, en la quincena de marzo el pedido de la empresa Macusani Yellowcake para ampliar su área de exploración habría sido negado.
Hay también otro hecho preocupante ¿Por qué el amigo del Presidente de la República, el hombre que le dio su casa para sus reuniones clandestinas, un aportante a la campaña, tiene tanto poder cómo para concretar entrevistas con el propio mandatario y luego proponer negocios?
Los hechos y narraciones confirman, una vez más, los dichos de Karelim López. Por esa razón buscamos a Alejandro Sánchez en su famosa casa de Breña. No solo no lo encontramos, sino que luego de llamarlo nos bloqueó. También lo hicimos en el local de una de sus empresas pero no tuvimos suerte.
Y es que como dice el viejo refrán el camino al infierno está hecho de “buenas intenciones”