Representantes de clínicas exigen al SIS una deuda de más de S/ 84 millones

Exclusivas e importantes clínicas de Lima son investigadas por la Fiscalía, a pedido de la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción, debido a que, según la defensa pública, ciertos establecimientos privados se habrían coludido con ex funcionarios del Seguro Integral del Salud (SIS) para facturarle al Estado exorbitantes sumas de dinero por atenciones médicas brindadas a los afiliados de escasos recursos económicos, las cuales no habrían sido debidamente fiscalizadas.

Se trata de un serio problema económico-administrativo, pues, hoy, los representantes de las clínicas le reclaman al SIS una deuda de más de 84 millones de soles, impaga nada menos que desde el 2016. Sin embargo, para la Procuraduría, parte de ese compromiso, estaría plagado de presuntas irregularidades.

Una auditoría hecha por el SIS encontró irregularidades en los expedientes médicos, en las tarifas y en los contratos suscritos entre el SIS con los nosocomios privados desde el 2014, año en que hubo una huelga médica y la aseguradora pública se vio obligada a transferir a sus pacientes en emergencia.

La defensa del Estado presentó una denuncia ante la Fiscalía para que se investigue también a cuatro ex funcionarios del SIS por presunta colusión agravada y delito contra la administración pública.

A partir del audio del negociazo del ex asesor presidencial, Carlos Moreno, el Ministerio de Salud conformó una comisión interventora para reorganizar el SIS, pues quedó en evidencia que esa institución se había convertido en una especie de botín para ciertos hospitales públicos y clínicas privadas.

¿Qué escandalosos problemas encontró la auditoría promovida por el SIS? Hallaron que esta institución hizo acuerdos presuntamente no sujetos a ley, lo cuales no permitieron fijar tarifas razonables con más de 12 clínicas de Lima. Por ejemplo, según detalla la auditoría, un expediente hospitalario en el sistema privado de salud asciende a 4 mil 500 soles. Sin embargo por ese mismo expediente, los nosocomios privados le cobraban al SIS nada menos que 19 mil soles.

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Y no sólo eso. La empresa que auditó al SIS tomó una muestra de 1,323 atenciones a los afiliados en clínicas privadas, entre el 2015 y 2016, y sólo encontró 959 expedientes debidamente sustentados. Es decir, había un faltante de documentación de 364 asegurados y, aun así, las clínicas intentaron cobrarle al SIS 32 millones de soles cuando, en realidad, le debieron haber facturado sólo 18 millones. Es por eso que el pago de la deuda se estancó.

Según la denuncia de la Procuraduría ante la Fiscalía habría sido una práctica común entre las clínicas que, a pesar que un paciente ya estaba estable luego de una emergencia, no era llevado a un hospital público para que siga su tratamiento, sino que seguía internado en sus instalaciones por largos tiempos. Era una forma, según la defensa del Estado, de cobrar montos excesivos al SIS.

Con una auditoría reveladora sobre la entonces crisis en el SIS, el entonces jefe de esa institución, Edmundo Beteta, ordenó que no se pagara a las clínicas ninguna deuda que haya sido declarada irregular por los exámenes de fiscalización.

Fue, entonces, que el SIS y los nosocomios privados se declararon la guerra y, hasta hoy, hay un reclamo de pago de más de 84 millones de soles sin solución. A tal punto que Cuarto Poder pidió una entrevista con el nuevo jefe del SIS para hablar sobre el tema, pero aquí prefirieron ni mencionarlo.

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Lo más sorprendente del caso es que, a pesar de existencia de auditorías que advirtieron de supuestos servicios hospitalarios irregulares en ciertas clínicas de Lima, la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD), la institución encargada de proteger los derechos en salud de los peruanos, le ha recomendado al SIS que pague la millonaria deuda de inmediato.

Esta situación ha puesto a SUSALUD y a la Procuraduría frente a frente, pues la defensa legal del Estado sostiene que pagar la deuda de más de 84 millones de soles a las clínicas sería hacer un mal uso del dinero público. SUSALUD, organismo que también prefirió no participar de este reportaje, sostiene, por su parte, que, de no pagarles a las clínicas, el SIS estaría cometiendo un enriquecimiento sin causa.

A través de su asociación, las clínicas piden al ministro de Salud, Abel Salinas, sentarse como ellos para hablar sobre una deuda que los está desfinanciando. El SIS no tiene presupuesto para honrar compromisos impagos y nadie, desde el 2016, se pronuncia al respecto. El problema está ahora sobre la mesa. Ojala, en este problema, los más perjudicados no sean los afiliados de escasos recursos económicos.