El asilo trajo consigo más que solo un refugio, trajo cambios y aventuras para el primogénito del expresidente Pedro Castillo. Arnol Castillo es protagonista de su propio exilio. A sus 19 años, viaja ligero por México y Europa, ajeno a los problemas legales y económicos que enfrenta su padre, en Perú.
La situación legal del exmandatario se complica aún más. La Fiscalía de la Nación presentó esta semana dos nuevas denuncias constitucionales en su contra.
Una de ellas, por el uso indebido de un avión de la Fuerza Aérea del Perú y un helicóptero del Ejército que fueron usados para trasladar a la familia presidencial hasta Chota, en Cajamarca, para celebrar el cumpleaños de la hermana de Pedro Castillo, Irma Castillo Terrones.
Era la familia presidencial: esposa, cuñada, hijos y sobrinos aprovechando los recursos del Estado para temas netamente personales.
Y mientras, Pedro Castillo batalla, cada vez más, con denuncias fiscales, su familia, desde México, busca explicar la cuestionada ayuda económica que recibe del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Decir que de repente el pueblo mexicano me está dando diez mil dólares mensuales lo cual es totalmente falso. Aquí como sabemos, en México, es el peso mexicano, ni siquiera es en dólares”, sostuvo en su momento la exprimera dama.
Dicen que, en México, el dinero no les alcanza. Lilia Paredes ha contado a un medio alternativo que trabaja para ella y sus hijos, privándose de lujos y viajes.
“Lo que es la ciudad de Cancún, lo conozco porque es una ciudad muy elegante, muy hermosa pero nunca, en fotos de repente lo conozco, pero no lo conozco hasta ahora no he tenido la oportunidad de irme en ningún momento, ni me ha pasado por mi imaginación, porque sé que es un lugar turístico, costará demasiado dinero y para nosotros no hay eso, que esos lujos”, argumentó.
Una estrechez económica que parece no afectar a su hijo Arnol Castillo según sus últimas publicaciones en redes sociales. El joven dejó atrás Perú para recorrer diversos centros turísticos de México y España.
Con 19 años, Arnol Castillo, parece vivir una realidad distinta a la de su familia, lejos de los problemas económicos y legales que enfrenta su padre, el expresidente Pedro Castillo, en Perú.
En México recorre los centros turísticos del país azteca. En abril visitó el Castillo de Chapultepec, la Basílica de Guadalupe y las Pirámides de Teotihuacan.
Las vacaciones estudiantiles de agosto de 2024, Arnol viajó a España. Sus historias de Instagram resumen su estadía en la ciudad de Madrid y Tarragona. Hasta un restaurante peruano.
Arnol, recorrió los centros turísticos de Madrid. Sus históricas calles y el famoso hotel Posada de Paine, un hotel boutique ubicado en el corazón madrileño. Disfrutó del caluroso verano madrileño y visitó la famosa Torre de Cristal, un rascacielos de 250 metros de altura. El edificio más alto de España.
El tour vacacional continuó en Tarragona.Viajó 4 horas en tren. Llegó a Cornudelle de Montsant, un pueblo de Tarragona rodeado de montañas, viñedos y hermosos paisajes.
Con un nuevo horizonte, alejado de los problemas que abruma a su padre, Arnol goza de la paz y tranquilidad que emerge de la naturaleza en España. Se toma selfies y muestra sus nuevas pasiones.
El día turístico lo termina en La Cala Romana, una pequeña bahía de Tarragona, asentada en medio de rocas transparentes. Sobre el primogénito de Pedro Castillo no pesa ninguna investigación o proceso fiscal.
Su ingreso al Perú para visitar a su padre no sería ningún impedimento. Él ha preferido mantenerse al margen, alejado de quien, en algún momento, ostentó la presidencia de la república. Así pasan los días para el otrora hijo presidencial.
