Padre e hijo son asesinados por extorsionadores en SJM

La violencia criminal cobró la vida de dos ciudadanos venezolanos —padre e hijo— que fueron acribillados la mañana del viernes en San Juan de Miraflores, cuando intentaban escapar de sicarios que los seguían en motocicletas.

Las víctimas, identificadas como Richard Cardoso, de 32 años, y su padre Randy Cardoso, se desplazaban en una camioneta que terminó estrellada a un lado de la Panamericana Sur, tras recibir múltiples disparos. 

El ataque ocurrió a la altura del kilómetro 10 de dicha vía, a pocos metros del centro comercial Mall del Sur, uno de los puntos más transitados del distrito.

Según testigos, los criminales venían disparando desde la calle Juan Fernández. Al notar que eran seguidos, las víctimas intentaron huir ingresando a la Panamericana Sur, pero en la maniobra, su vehículo fue impactado por un taxi. 

Producto del choque, la camioneta se detuvo bruscamente, momento en el cual los sicarios aprovecharon para continuar disparando.

Un testigo del hecho narró lo sucedido: “He escuchado y hasta he visto cuando el vehículo se destruye, como quien da contra el que viene del sur, y es donde se da el atentado. Los sujetos que vienen en moto le vacían los cargadores y se van para el norte”. 

La escena fue de inmediato cercada por la Policía y el tránsito fue restringido para permitir el trabajo de los peritos de criminalística. El chofer del taxi que colisionó con la camioneta fue trasladado a un hospital cercano. 

Realizaba servicio de colectivo

Una familiar de los fallecidos reveló que Richard utilizaba la camioneta para realizar servicio de colectivo entre Lima e Ica, actividad que lo expuso al cobro de cupos por parte de bandas extorsivas.

Según su testimonio, los delincuentes exigían entre 9 y 10 soles diarios a los choferes que operaban en esta ruta. Para presionar a las víctimas, utilizaban plataformas como RENIEC para obtener información de sus familiares y amenazarlos directamente. 

“El señor Richard dejó de pagar hace unas dos semanas y tampoco les contestaba el teléfono. Esa fue la represalia”, explicó la allegada. 

Minutos después del atentado, a un kilómetro de distancia, la brigada canina de la Municipalidad de San Juan de Miraflores halló un arma de fuego abandonada dentro de una iglesia de la urbanización Entel.

Se presume que el revólver habría sido utilizado en el crimen. Además, una cámara de seguridad captó parte del ataque.

Tanto el arma como las imágenes ya fueron entregadas a la División de Investigación Criminal (Depincri) de SJM, donde ha iniciado formalmente la investigación por el doble homicidio.