Operación Valkiria III
El expresidente de Petroperú continúa aún con paradero desconocido fuera del país, mientras otros tres implicados permanecerán 10 días con prisión preliminar
Es la oficina de Migraciones en la frontera con Bolivia, el control migratorio de Desaguadero por el que todo aquel que sale del país por tierra hacia el vecino país del sur debe pasar obligatoriamente. El lunes 21 de noviembre, en medio de un tumulto de gente, un hombre de chaqueta crema aguarda su turno impaciente, es el último de la fila. Se trata de Hugo Chávez, el antes gerente general de PetroPerú.
Espera y espera hasta que de pronto es atendido en ventanilla. El hombre que sale del territorio peruano e ingresa a suelo boliviano es nada menos que Hugo Chávez Arévalo, el exgerente general de Petroperú, denunciado por el delito de colusión agravada por ser parte, según la Fiscalía, de la organización criminal liderada por el presidente Pedro Castillo.
Ese día, Hugo Chávez aún no tenía impedimento de salida del país, pero quizá alertado, abandonó el Perú discretamente con rumbo desconocido, pues solo cuatro días después se ordenó prisión preliminar para él y otros 3 investigados en el caso Petroperú. La orden judicial desató esta semana una serie de capturas y allanamientos en varios distritos s de la capital
El exjefe de la DINI, José Luis Fernández Latorre, el empresario Samir Abudayeh, el asesor Henry Shimabukuro y el hoy prófugo Hugo Chávez, son considerados por la fiscalía piezas fundamentales de un engranaje delictivo y que habrían actuado de manera concertada y coordinada para ganar los procesos de adjudicación en Petroperú y así beneficiarse con el direccionamiento de las licitaciones, generar ganancias ilícitas para luego ser repartidas entre todos los involucrados con Pedro Castillo a la cabeza.
A Samir George Abudayeh Giha, gerente de HPO S.A., empresa que ganó en el 2021 una millonaria licitación para venderle biodiesel a Petroperú por 74 millones de dólares, lo detuvieron en Surco, transitaba a bordo de su camioneta cuando la justicia le cayó encima.
El ex asesor de inteligencia que despachaba en Palacio de Gobierno, Henry Shimabukuro, fue detenido también la mañana del viernes, a bordo de su camioneta en Pueblo Libre, como parte del operativo que denominaron Valkiria III.
A quien los agentes de la policía y los miembros del Equipo Especial de Fiscales no encontraron en su domicilio fue al jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia, la DINI, José Fernández Latorre. Llegaron pasadas las 9:00 a.m. a su vivienda en La Molina buscando algún indicio, pero hasta esa hora se encontraba con paradero desconocido. Minutos después, empezó el allanamiento en su propiedad.
Pasaron las horas y recién por la tarde se tuvo noticias del jefe de la DINI. Luego de permanecer por varias horas como no habido, se entregó en la Fiscalía. Se le señala de haber cometido el delito de encubrimiento personal.
Y es que José Luis Fernández Latorre y Henry Shimabukuro, según la tesis fiscal, son el brazo operativo y ejecutivo de la organización criminal liderada por Pedro Castillo. Se le sindica de coordinar y facilitar sumas de dinero a Bruno Pacheco, de procedencia desconocida, para no delatar los actos ilícitos de Pedro Castillo Terrones en el caso Petroperú.
Los colaboradores eficaces narraron que el jefe de la DINI y el asesor Henry Shimabukuro coordinaban con Beder Camacho, ex subsecretario general de Palacio de Gobierno, la desaparición de pruebas comprometedoras para Castillo y se encargaban de facilitar dinero a Bruno Pacheco cuando ya estaba en la clandestinidad para que guarde silencio y no los delate.
Fernández Latorre habría entregado dinero a Shimabukuro para que se lo hicieran llegar en dos oportunidades a la hermana de Bruno Pacheco en un supermercado en el Rímac. Las entregas fueron el 23 y 29 de diciembre del año pasado. Además, la investigación fiscal señala que el 20 de diciembre del 2021, el jefe de Estado se reunió con Fernández Latorre y Shimabukuro y les encargó no dejar huella sobre conversaciones, visitas y coordinaciones del tema sobre el biodiesel en Petroperú, es así que Beder Camacho coordina con ellos.
En el caso de Hugo Chávez, se le investiga por haber presuntamente favorecido a la empresa de Samir Abudayeh, pero también por ser la pieza que estratégicamente colocó Pedro Castillo dentro de Petroperú para direccionar procesos y así ganar dinero ilícito. Para lo cual presionó, según los testimonios que logró recoger la Fiscalía, al ministro de Energía y Minas de ese entonces, Iván Merino, según señala el documento al que tuvo acceso Cuarto Poder.
Como no se lograba el nombramiento de Chávez a través del ministro de Energía, Iván Merino Aguirre, el presidente Castillo encargó a Bruno Pacheco especialmente hacer el seguimiento de la contratación. Pacheco, al ver que el tema demoraba, llamó directamente al presidente encargado del directorio de Petroperú preguntándole sobre la orden de designación de Hugo Chávez.
Otro episodio que la Fiscalía tomó en cuenta sobre el papel de Hugo Chávez durante la búsqueda de pruebas en la investigación en Petroperú es la intención que habría tenido de ocultar los cuadernos de registros de visitas.
Muy ofuscado, y con palabras soeces, habría increpado a uno de los jefes por haber devuelto los cuadernos de registro a su lugar y al gerente legal, Jorge Mendoza Meléndez, por haberle recomendado que los entregue.
El expresidente de Petroperú continúa aún con paradero desconocido, fuera del país, mientras que Samir Abudayeh, Henry Shimabukuro y José Fernández Latorre permanecerán por 10 días con prisión preliminar.