Jorge Nieto, exministro de Defensa, refleja una crisis política y social profunda en el país, marcada por la ineficacia del gobierno en responder a las demandas de seguridad y justicia de la población.
En diálogo con Canal N, el extitular del Mindef señala que la crítica radica en que, mientras el gobierno parece justificar las cifras de detenciones y acciones administrativas, el verdadero problema es que estas medidas no se traducen en una mejora palpable en la seguridad y bienestar de los ciudadanos.
En esa línea, menciona que el discurso alrededor de los recientes paros, protestas y movilizaciones parece estar centrado en cuestionar la legitimidad política de los actores involucrados, más que en abordar las raíces del problema: la creciente inseguridad y el descontento social.
La criminalidad organizada, el sicariato y las extorsiones están afectando a miles de familias que viven con miedo, y el Estado, según este análisis, ha sido sordo ante estas demandas.
Las protestas que ocurrieron, por ejemplo, el paro de transportistas, comerciantes y otros trabajadores, no se tratarían solo de demandas gremiales, sino de un clamor popular por seguridad y protección, algo que debería ser una prioridad elemental para cualquier gobierno.
Sin embargo, Nieto reiteró que la respuesta del gobierno ha sido la de deslegitimar estas protestas y desviar la atención hacia otros temas, lo que genera una mayor frustración en la población.
También subraya que el Congreso y otros poderes del Estado están envueltos en confrontaciones internas, en lugar de unirse en una estrategia cohesiva para abordar la delincuencia.
La solución propuesta se basa en la necesidad de un liderazgo claro y ético que sanee las instituciones clave: la Policía Nacional, la Fiscalía, el Poder Judicial y el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), ya que estas son las herramientas fundamentales para combatir la delincuencia organizada.
“Si estas instituciones no trabajan de manera conjunta bajo una estrategia clara, no se podrán obtener resultados efectivos”, enfatizó.
Además, el exministro remarca la importancia de fortalecer la inteligencia y la investigación criminal. A pesar de los recursos limitados, la Policía Nacional ha demostrado su capacidad en el pasado, pero necesita respaldo político y recursos adecuados para enfrentar las amenazas actuales.
Finalmente, sostiene que si el gobierno no logra atender estas demandas elementales, el descontento seguirá creciendo, llevando a más desesperación y presión para que se produzcan cambios políticos de fondo.
