La informalidad cobra cada vez más víctimas en el país

Las cifras de muertos a causa de accidentes provocados por la informalidad crece cada día en todo el país. El último caso fue el de 19 personas que fallecieron en un accidente de tráfico provocado por una cúster que los trasladaba en la carretera Lima-Canta.

Entre las víctimas hubo una madre con sus tres hjos, una pareja de novios a punto de casarse, jóvenes estudiantes, entre otros. 

Todo esto provocado porque la empresa de turismo tuvo la idea de contratar una cúster sin autorización para llevar a sus clientes hasta Canta. El vehículo circuló frente a todas las autoridades de control y ninguna la detuvo.

En la Panamericana Norte, cada minuto circulan entre tres y cuatro colectivos informales que hacen el servicio Barranca, Huacho, Lima. Esta no tiene autorización pero no se ocultan.

Frente a policías y a agentes de Sutran, los colectiveros continúan con su negocio y hacen lo que quieren. Los representantes de la Sutran asegura que a veces escapan ante las intervenciones, poniendo en riesgo la vida de pasajeros.

Una vez que los policías y agentes de Sutran se van los colectivos retornan y todo vuelve a la normalidad. 

El colmo de la informalidad se observa cuando metros antes de un peaje donde se hace una batida los colectiveros hacen bajar a los pasajeros, que caminen del otro lado de las casetas y tras pasar la revisión las recogen para seguir sus caminos.

"Tenemos el terminal informal de transporte turístico, el cine orrantia, el full day compite con el regular a vista y paciencia de la Sutran", comentó Carlos Ojeda, de la sociedad de transportistas formales.

"Te están llamando a que seas parte de la negligencia, no debería existir competencia. Mira, la señora (la gente) está apoyando a la informalidad", aseguró.

Así como el accidente de Canta otros como el del Cerro San Cristóbal, que dejó 10 fallecidos debido a la caída de un vehículo modificado, también se suma a la larga lista de informalidad.

Ocurrió del mismo modo en la galería Nicollini donde dos jóvenes murieron calcinados. En Pasamayo el exceso de velocidad dejó también 52 muertos y en Fiori otro accidente dejó 17 muertos. 

Y así, la informalidad sigue siendo madre de muchas de las tragedias del país.

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