Hoy:

    Iglesias celebrarán misas desde el 15 de noviembre con un aforo no mayor a un tercio de su capacidad

    Ritos y prácticas religiosas se deberán desarrollar según los protocolos establecidos por el Minsa

    Iglesias. Foto referencial: Andina

    El Gobierno autorizó que a partir del domingo 15 de noviembre las iglesias podrán celebrar ritos y prácticas religiosas de naturaleza colectiva, con un aforo no mayor a un tercio de la capacidad total de los templos o lugares de culto.

    Así lo dispone el Decreto Supremo N° 178-2020-PCM, que modifica una norma anterior, señalando que la celebración de las misas se deberá desarrollar según los protocolos debidamente acordados por la Autoridad Sanitaria Nacional y en concordancia con las medidas del estado de emergencia a causa de la COVID-19.

    En la norma publicada en el diario oficial El Peruano se reitera que, desde el 2 de noviembre, las entidades religiosas están autorizadas para abrir sus templos y lugares de culto para recibir a sus miembros, fieles y público en general, para la profesión individual de su fe, con un aforo no mayor a un tercio de su capacidad total.

    Protocolos sanitarios para asistir a iglesias

    El Ministerio de Salud (Minsa) estableció una serie de consideraciones, como la obligatoriedad del uso de la mascarilla y el protector facial de inicio a fin del servicio religioso.

    La directiva sanitaria prohíbe la realización de actividades que concentren personas o fieles fuera de las iglesias o lugares de culto y recomienda que los niños, adultos mayores y personas con discapacidad no asistan a las ceremonias religiosas.

    Además, los templos y lugares de culto deben desarrollar sus actividades y ceremonias con las puertas y ventanas abiertas para garantizar la buena ventilación, y los asistentes deben evitar hablar y cantar para aminorar el riesgo de contagio de la COVID-19.

    Las bancas y el piso deben estar adecuadamente señalizados para que los asistentes a las ceremonias cumplan con el distanciamiento de 1.5 metros que debe existir entre persona y persona como mínimo.

    Al ingreso del recinto se debe tomar la temperatura a todos los asistentes, quienes también deben lavarse las manos con agua y jabón o desinfectarse con alcohol gel antes de ingresar al templo o iglesia.

    Además, se deben evitar los desplazamientos, las colas, el contacto físico, así como la entrega o intercambio de cualquier elemento tangible. Las donaciones y ofrendas deberán hacerse al final de la celebración, a través de personas designadas previamente y sin tener contacto con el dinero.