Todos estos grandes casinos fueron -en algún momento- fundados, gerenciados y administrados por el hoy denominado wayki de la patria, el actual gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima Núñez.
Este es el documento de Registros Públicos donde inscribe el primer casino de lo que luego se convirtió en un imperio empresarial del azar, aunque dice que no fue por suerte. El 25 de julio de 1997 inscribe, en escritura pública, a la empresa Diversiones y Salones Musicales S.A. ¿Quiénes la conforman? Wilfredo Oscorima Núñez, el empresario ayacuchano lo hace con 90 acciones; mientras que sus socios Rolando Solier Prado y Marcelino Hinostroza Palomino lo hacen con 5 acciones cada uno.
El objetivo de esta aventura empresarial era dedicarse a los restaurantes, salones de baile, bingos, discotecas y explotación de máquinas recreativas. Para el entonces desconocido Wilfredo Oscorima, a sus 36 años, el mundo de los casinos empezaba a girar. Basta revisar la declaración jurada de intereses de Oscorima para confirmar que necesita, por lo menos, dos hojas enteras para colocar los nombres de todos sus familiares.
Según el documento, el gobernador tiene 17 hermanos y 8 hijos; de sus herederos, casi todos son hermanastros pues figuran con diferente apellido materno. El origen del dinero para ingresar al negocio de los juegos de azar es un misterio. Pero lo cierto es que, dueño de inmuebles, estacionamientos, vehículos, empresas y muchas joyas, a sus 62 años, Wilfredo Oscorima Núñez puede decir -con total certeza- que la casa siempre gana.
