Construcción civil: Van 24 dirigentes asesinados

Arturo Cárdenas, secretario general del Sindicato de Construcción Civil, fue acribillado en su local en La Victoria. Lo asesinaron el día del cumpleaños de su hija. Él salió a encontrarse con ella para celebrar. Los gremios y el empresariado atribuyen este crimen a seudos sindicatos inscritos en el ministerio de trabajo que extorsionan a las empresas que ganan la buena pro de estas obras. Con la muerte de Arturo, ya son 24 asesinatos contra dirigentes de construcción civil.

Arturo Francisco Cárdenas Fernández era secretario general del sindicato de construcción civil de Lima y balnearios; además, fue padre, abuelo, esposo y amigo desde muy joven. Con 19 años inició en el rubro de la construcción. Tras 40 años de trabajo duro, hace casi un año, fue elegido por su gremio como secretario general. No tuvieron piedad. Salió de su local ubicado en el jirón Cangallo en la Victoria. Eran las 5 y 10 de la tarde.

Acababa su jornada laboral y se iba a casa a encontrarse con su familia. Abordó una camioneta donde su chofer lo esperaba. Apareció un hombre con polera blanca que llevaba unas hojas en la mano con las que escondía su arma. Se acercó y abrió fuego hasta siete veces. Impactando a Cárdenas en varias partes del cuerpo, el atacante intentó huir rápidamente de la escena, pero antes una persona, alarmada por el estruendo de las balas, disparó desde el local sindical y logró herir al delincuente en la pierna. Este, saltando en un pie, se subió a la motocicleta de su cómplice para escapar. Esta sería la razón por la que mataron a Arturo: la ejecución de 14 colegios bicentenarios.

Según ha manifestado el secretario general de la Federación de Trabajadores de Construcción Civil, estos seudos sindicatos dedicados a la extorsión obtendrían hasta el 2 % de cada obra por parte de las empresas que ganan la buena. Pero Arturo es el último de una lista de 24 representantes o encargados de obra asesinados, solo de su gremio. En 15 días, Juan José Mota, Ever Jaime Huaroc y Edwin Nieves fueron ultimados bajo la misma modalidad, interceptados por sicarios en moto. No pasaron ni 24 horas de la muerte de Arturo. Lo que otro crimen causó zozobra en la construcción civil.

Se trata de Américo Gonzales Palomino, a quien con cero misericordias y sin temblarle la mano un sicario disparó una y otra vez contra él en San Juan de Miraflores. Acababa de salir de su casa. Se puso su casco y mochila y subió a su motocicleta. Avanzó unos metros. Cuando aparecieron dos hombres en moto, el que estaba como pasajero comenzó con la ráfaga de disparos. El sonido hizo que una mujer salga de la vivienda.

El sicario se tropezó y su pistola cayó a la pista. La recogió y se dio a la fuga junto a su cómplice. No es la primera vez que intentaban asesinar a América de 73 años. En 2022, un hombre intentó matarlo, pero se le trabó el arma. Violencia desbocada, crímenes que conmocionan y preocupan a todo el país, y que diferentes instituciones empresariales han salido a condenar. Los sindicatos, la sociedad nacional de industrias, la cámara del comercio, Confiep y otras instituciones protestan en exteriores de los ministerios, pidiendo acciones contundentes y voluntad política.

Don Arturo o Chupito, como lo apodaron sus amigos, era conocido por su incansable dedicación a la defensa de los derechos laborales, su profundo compromiso, inquebrantable firmeza ante las injusticias y un gran talento para la negociación. Su esfuerzo lo convirtió en un líder respetado, cuyo legado dicen seguirán, pero ahora, mientras la familia de Arturo Cárdenas sufre el suplicio de perderlo para siempre. Queda una lucha más: buscar la paz en un país donde aparentemente el crimen organizado está ganando no solo territorio, sino también impunidad.