Caos e informalidad se siguen apoderando de Lima
Autoridades municipales en Ate, San Juan de Lurigancho y San Juan de Miraflores poco o nada hacen para el reordenamiento público.
Estos son algunos de los puntos de mayor caos e informalidad de la ciudad. Lugares en donde aparentemente todos hacen lo que quieren y donde las autoridades municipales brillan por su ausencia. Esta es la peor cara de lima por estos días. lugares en la ciudad invadidos por el más completo y descarado desorden.
Seguir al pie de la letra lo que dictan las normas es algo rara vez visto en estos rincones del caos en donde todos hacen lo que quieren.
Este es un cruce de pesadilla en San Juan De Miraflores, aquí convergen las avenidas San Juan y Los Héroes. En este punto ambulantes han tomado varias de las avenidas principales del distrito convirtiéndolo en un mercado callejero que en muchos casos se apropia de todo un carril de la pista generando un caos vehicular terrorífico.
Ninguna autoridad impone orden en este punto. Se encuentra repleto de triciclos motorizados, mototaxis, combis y demás vehículos que se amontonan en un cuello de botella que dura todo el día. Cada uno de los conductores en esta enorme fila, padece viendo pasar con suma lentitud los minutos de espera bajo el ardiente sol veraniego.
A los cientos de ambulantes que ya existían en esta zona, se les sumado otro gran grupo con la necesidad salir a recursearse para llenar la dispensa en la casa. Los puntos de venta informales se han venido incrementando estrepitosamente conforme transcurren los días.
En Ate, encontramos una situación parecida escondida en un laberinto informal que ha creado la obra de la Línea 2 del Metro de Lima. Cuadras enteras en donde cientos de carpas ocupan el espacio público con total normalidad en medio del desorden de paraderos informales. Ahí mototaxis, carretillas, autos, estibadores, camiones y las poderosas cuerdas vocales de muchos cachineros, se juntan para crear un desorden y contaminación sonora únicos.
Y en San Juan de Lurigancho en los exteriores de la estación Los Jardines del Metro de Lima, uno puede encontrar un sinfín de comercio ambulatorio. Carretas y puestos de venta que, junto a un paradero informal de mototaxis, generan un tráfico vehicular de pesadilla.
Este es uno de los tantos puntos de desorden del distrito más poblado del Perú. El multitudinario y caótico paradero La Hacienda, continúa igual desde hace algunos años, repletos de venta informal y que incluso después de la pandemia se ha incrementado.
Utilizan las veredas como mostrarios y caminar se dificulta, pues estas han sido invadidas por decenas de puestos ambulantes que venden de todo, incluso artículos de segunda mano. Todo transcurre en un desorden crónico impune que ninguna autoridad ha podido controlar hasta el momento.
Así la informalidad transforma las zonas más populares en donde la población ya se acostumbró, en muchos casos, al multicolor ambiente que los mercados ambulantes y el caos vehicular generan.