Callao: crece el número de delincuentes menores de edad en el primer puerto
La Policía Nacional apunta a la prevención para evitar que los adolescentes caigan en drogas
Cada vez aumentan los casos de adolescentes involucrados en hechos delictivos en el Callao. Ellos entran y salen de las comisarías como de sus casas y muchos ya manejan distintos tipos de armas para sus atracos.
Los menores tienen el cuerpo lleno de tatuajes, se colocan dientes de oro o visten ropa en honor a sus familiares muertos en la calle, todo un universo de violencia en el primer puerto.
En lo que va del año, 375 menores fueron intervenidos en el primer puerto. A ellos no se les puede detener porque aún no cumplen 18 años.
La ley estipula que aunque tengan un arma en la mano, asalten a una persona o disparen, el hecho de no ser mayores de edad los hace solo infractores y no delincuentes.
Todos tienen un común denominador: una historia de maltratos, violencia familiar y drogas a temprana edad.
"Nosotros invocamos a los padres a que controlen a sus hijos, porque nosotros no podemos controlarlos, lo mío es la investigación, el tema acá es la educación", ha dicho el general Edgardo Garrido, jefe de la región policial Callao.
Debido a los altos índices de criminalidad, los agentes ahora han desarrollado un proyecto en el que se convierten en "tutores policiales", darles seguimiento desde la escuela para evitar que caigan en la delincuencia.
Desde que se inició el plan, los agentes ya no encuentran armas en las aulas y muchos van a comisarías a integrarse a los talleres que se les propone. Usan su tiempo libre en panadería, cocina y otros. La prevención es clave para reducir los índices de criminalidad en menores de edad.
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