Hoy:

    La caída de 'La gran alianza', dedicada a la extracción ilegal de oro

    La PNP desarticuló la peligrosa organización criminal ‘La gran alianza’, que había amasado una fortuna gracias a la minería ilegal en la sierra de Trujillo

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    El sticker de una pistola al interior de un círculo sobre la palabra Trujillo entre comillas es lo primero que llama la atención. Es la marca de una peligrosa organización criminal pegada en la puerta de un fundo en el valle de Virú, ubicado a sólo unas horas de la ciudad de Trujillo.

    Esta propiedad es solo una muestra más del gran poder económico de una organización criminal conocida como "La gran alianza". Resaltan los amplios jardines y las dos piscinas, una de ellas ubicada frente a la residencia, unos metros más allá, el ambiente que alberga a más de cuarenta caballos de paso valorizados en cientos de miles de dólares, frente a los padrillos, las hembras y los potrillos aun pequeños.

    A cada paso somos testigos de la tremenda bonanza económica conseguida por esta organización criminal gracias a la extracción ilegal de oro en la sierra de la libertad.

    Homero Ruiz Camacho, hace gala del trote y galope de uno de sus caballos de paso en el fundo san Francisco de su propiedad.

    También amante de los caballos de paso, Ruiz es sindicado por la fiscalía contra el crimen organizado como el principal socio y testaferro del cabecilla de "La Gran Alianza" Josué Oliver Blas Lezama, conocido como "El Gato Cote o Doctor”, un escurridizo personaje que ha acumulado un amplio prontuario policial en las últimas dos décadas.

    Tiene 45 años, y ha estado preso en el penal de Challapalca durante tres años por pertenecer a la banda criminal "Los pulpos de la cruz verde". Salió en libertad en el año 2018 y en poco tiempo pasó de ser un extorsionador más en Trujillo a ser uno de los capos del crimen en la sierra de La Libertad.

    En el 2019 empezó su ascenso, primero como seguridad de diversos mineros en proceso de formalización, luego se dedicó a robar el mineral extraído y finalmente se adueñó con violencia de los socavones, para operar bajo la fachada de un supuesto exitoso empresario minero.

    Uno a uno fueron cayendo los miembros de esta peligrosa organización que había amasado una tremenda fortuna debido a su ilegal actividad en la sierra de Trujillo.

    Un contundente golpe a una organización criminal que durante años actuó en la completa impunidad, pagando a autoridades para prevalecer en el tiempo, hoy varios de sus integrantes afrontaran un pedido de prisión preventiva y su cabecilla el escurridizo Josué Blas Lezama o "Gato Cote" ya se encuentra con un pedido de captura internacional.