Ate: Así fue la captura de peligroso proxeneta de Lima Este tras balacera
El ciudadano extranjero mantenía en cautiverio a los hijos de las mujeres a las que obligaba a ejercer el meretricio. Además, desarrolló una red de venta de droga al menudeo
Denis José Torres Marrero es el cabecilla de Los Panas, un grupo armado que rompió filas con Los Gallegos del Tren de Aragua y que controlan la explotación sexual en todo el cono este de lima.
Según la policía, este sujeto de 40 años dispone de un séquito de sicarios a sueldo con los que domina la microcomercializacion de droga, la trata de personas y la extorsión.
En el pecho lleva la sombra de la muerte que marca el tiempo que probablemente no tuvieron sus víctimas. Los tatuajes siempre presentes marcando el estatus criminal.
Desde Colombia se recibió la alerta que una joven de 20 años logró comunicarse con su familia a través de un celular. La exclamación de ayuda, al vivir un verdadero infierno con falsas promesas de un futuro mejor en Perú la arrastraron al submundo de la prostitución.
Engañada por sus captores la tenían en una guarida secreta en la urbanización El Rosal en Ate Vitarte. La División Contra el Crimen Organizado comenzó el seguimiento mañana, tarde y noche en las afueras de un inmueble donde las mujeres extranjeras terminaban llegando después de sus trabajos forzosos.
"Prestan muchas veces dinero a la mamá, al papá de estas chicas. Buscan de alguna manera comprometerlos, hipotecarlos para luego empezar a cobrarles y al no poder pagar hacen un canje con las hijas, con los familiares, y en otras ocasiones, les ofrecen trabajo siempre a gente humilde, gente muy pobre", explicó el coronel PNP Leiby Huamán, jefe de la División de Investigación Contra el Crimen Organizado.
Utilizan mototaxis que las desplazaban de un lugar a otro, sirven para despistar cualquier signo de amenaza. Aunque esta vez, finalmente, cayó Denis Torres Marrero, alias Katya o Puré.
"¿Quiénes son los que se han fugado? Los que trabajan conmigo. ¿Cómo se llaman? Gregorio. ¿Gregorio qué? No sé el apellido. Tú le haces la chamba siempre haces la chamba así que no vengas con tonterías. Yo no trabajo con nadie yo trabajo en una empresa", fue parte del interrogatorio a uno de los detenidos.
Modula su voz, se siente rodeado ante un imperio que se desmorona. Ante la policía aseguró ser un empleado de una lavandería de la zona. Para confundir a los agentes, los hombres de alias Katya empezaron una fuga a bordo de sus mototaxis.
Fue en ese instante que se desató una emboscada que terminó por hacer retroceder al chofer del mototaxi azul, quien supo que a pie era un objetivo fácil de reducir. Es así que regresó para prender el vehículo y salir despavorido.
Mientras que el sujeto que hablaba por teléfono corrió hacia los rieles por intentar escapar mientras un policía lo persiguió.
"Ya se tenía indicativo que el resto de esta organización criminal. Al ser uno de sus cabecillas que fue capturado estaban buscando la forma de cómo sacarlas de camino, en otras palabras, victimarlas", indicó el jefe de la División de Investigación Contra el Crimen Organizado.
Una balacera que dejó zozobra por el tren más temido. El que alquilan inmuebles, carros y mototaxis. Controlando sus plazas amasando fortunas en la desgracia de muchas mujeres.
Al ingresar a la zona de cautiverio la sorpresa fue aún peor. Niños que no se conocen unos a otros y que solo obedecen lo que les diga su cuidadora. Paola Karina Aponte Requena cumple la función de vigilar a los menores de edad que están a merced de estos delincuentes.
Mientras corren el riesgo de cumplir las cuotas asignadas en las calles. El peligro no sale de sus mentes ya que las multas no son sus peores amenazas, sino lo que les pueda ocurrir a sus hijos.
Alias Katya deja el liderazgo del cono este por los barrotes de una fría celda. Recibió 15 meses de prisión preventiva que le auguran la decadencia de su accionar delictivo. Y aún que persistan las amenazas de estas mentes criminales extranjeras hacia la autoridad terminaran entendiendo que en nuestro país no imperan sus códigos ni sed de poder.
“Si tenemos que ofrendar nuestra vida, lo vamos a hacer. Nuestra lucha es incesante es constante. Estamos luchando contra las lacras que quieren hacer de nuestro país un lugar inviable inseguro nosotros estamos acá y seguimos trabajando”, sentenció el coronel PNP Leiby Huamán, jefe de la División de Investigación Contra el Crimen Organizado.