Protesta de transportistas de El Rápido por asesinato de chofer
Los trabajadores piden al gobierno que tome medidas urgentes para combatir la creciente inseguridad y la extorsión, que no solo pone en riesgo sus vidas, sino también las de los pasajeros.
El 23 de noviembre, los conductores de la empresa de transporte público "El Rápido", que opera principalmente en Carabayllo, paralizaron sus labores en solidaridad con su compañero, Gustavo Salazar, quien fue brutalmente asesinado por sicarios en la noche anterior.
Salazar, quien trabajaba como conductor en la línea de buses, fue acribillado a tiros en lo que se cree fue un ataque relacionado con extorsiones que enfrentan los trabajadores del transporte público.
En protesta, los conductores han decidido no operar, exigiendo mejores condiciones de seguridad tanto de parte de la empresa como de las autoridades, en especial el gobierno de la presidenta Dina Boluarte.
Los trabajadores piden al gobierno que tome medidas urgentes para combatir la creciente inseguridad y la extorsión, que no solo pone en riesgo sus vidas, sino también las de los pasajeros.
La paralización involucra a un 100% de los buses de la empresa, lo que afecta la circulación en varias rutas de la zona.
El reclamo de los conductores es claro: no están en contra de la empresa, sino que buscan apoyo para garantizar su seguridad y la de los pasajeros.
Además, señalan que no es la primera vez que enfrentan situaciones de violencia; en octubre, por ejemplo, un exdirigente de la empresa recibió amenazas de muerte, y la policía capturó a extorsionadores que habían planeado un ataque contra uno de sus buses.
Piden que se implementen medidas
A pesar de la grave situación, los representantes de la empresa "El Rápido" no han emitido declaraciones públicas.
Los conductores también exigen que se implementen medidas como seguros de vida para los trabajadores y un cambio en la forma en que se realiza el cobro de pasajes, buscando evitar que los choferes transporten grandes sumas de dinero en efectivo, lo que los convierte en blancos fáciles para los extorsionadores.
El paro de hoy ha afectado a cientos de personas que dependen de este servicio para movilizarse, y aunque las autoridades aseguran que el número de extorsiones ha disminuido, la situación sigue siendo preocupante y requiere de una intervención más efectiva para garantizar la seguridad de los transportistas y sus pasajeros.