Con el inicio de las clases escolares acercándose, los padres de familia del colegio primario Manuel Arévalo en Ancón están alarmados por las condiciones peligrosas de la institución.
A menos de dos semanas del 11 de marzo, más de 500 niños se disponen a regresar a aulas que presentan serias deficiencias.
Entre los problemas destacan mallas perimétricas a punto de colapsar, aulas de madera y techo de lata que convierten los espacios en hornos, y un muro perimétrico roído por la brisa marina que amenaza con desplomarse cerca de las aulas, incrementando el riesgo de accidentes.
Además del malestar térmica que afecta tanto a alumnos como a docentes, la infraestructura en mal estado afecta a la salud de los estudiantes, que presentan frecuentes ausencias por enfermedades respiratorias y deshidratación.
Hacen un llamado a las autoridades
Los padres han intentado comunicar estas urgencias a la municipalidad y a Pronied sin obtener soluciones concretas.
La comunidad escolar busca una respuesta inmediata de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños.