La estadounidense Serena Williams no tuvo piedad este viernes de su hermana Venus y la derrotó en dos sets para avanzar a octavos de final del Abierto de Estados Unidos.
En el trigésimo partido entre ambas, la diferencia fue notable desde el principio y la pequeña de las Williams solo necesitó de 72 minutos para imponerse a su hermana por 6-1, 6-2.
"No es fácil, es mi mejor amiga, lo es todo para mí. Siempre me ha apoyado mucho en mi carrera y yo a ella. Cada vez que pierde ella es como si perdiera yo, pero esto es un torneo y sabemos que hay vida más allá del tenis", dijo Serena en la pista tras el partido.
Serena chocará ahora en la cuarta ronda contra la estonia Kaia Kanepi, quien dejó fuera en su estreno a la primera sembrada, la rumana Simona Halep, y que este viernes venció 6-3, 7-6 (7/3) a la sueca Rebecca Peterson.
"Es mi mejor partido desde que he vuelto a jugar al tenis (tras ser madre el 1 de septiembre de 2017)", agregó.
"Creo que es el mejor partido que ha jugado nunca contra mí. Creo que yo he hecho muchas cosas mal pero ella lo ha hecho todo bien", respondió por su parte Venus en conferencia de prensa.
Con todas las miradas puestas en la Arthur Ashe, la pista central de Flushing Meadows, en Nueva York, el espectáculo quedó deslucido por la aplastante superioridad de Serena desde el compás inicial.
Y eso que se torció el tobillo en el segundo juego y necesitó asistencia médica durante unos minutos para fijar un vendaje.
Pero, a pesar de una aparente cojera inmediatamente después, Serena le rompió el servicio a Venus en el cuarto y firmó un espectacular "passing" cruzado en el sexto para sumar el 5-1, sellando a continuación la primera manga.
En un abrir y cerrar de ojos, la ganadora de 23 Grand Slams estaba un set más cerca de la siguiente ronda.
Su hermana, con siete "majors" en sus vitrinas, no podía hacer nada ante la fuerza del servicio de Serena y, sobre todo, con sus restos imparables.
No en vano, después de una sola manga, Serena firmaba el 79% de los puntos con su primer saque, por el 38% de Venus. Además, la primera capitalizaba 15 "winners", por solo seis de la segunda.
El trigésimo episodio de una rivalidad que dura ya dos décadas parecía ser uno de los más desnivelados. Y así se acabó confirmando.
Serena volvió a quebrarle el servicio a Venus en el primer juego del segundo set y amplió su renta en el quinto para terminar cerrando el partido cómodamente y por la vía rápida.
De esta forma, el récord entre ambas quedó en 18-12 para Serena, 11-5 en Grand Slams, en el que ha podido ser uno de sus últimos enfrentamientos. Venus tiene 38 años y su hermana 36.
Con este resultado, Serena mantiene vivo así el sueño de sumar su séptima corona en el US Open y su vigesimocuarto "grande", con el que igualaría a la australiana Margaret Court como la tenista más condecorada de todos los tiempos.