El icono filipino del boxeo Manny Pacquiao, el único ganador de doce títulos mundiales en ocho categorías diferentes, anunció este miércoles su retirara del ring, diez días después de postularse como candidato presidencial en las elecciones de 2022.
"A los mejores fans y al mejor deporte del mundo, ¡gracias! Gracias a todos por los maravillosos recuerdos", escribió Pacquiao, de 42 años, en su cuenta de Twitter en la que también compartió un vídeo de despedida de 14 minutos en el que habla en tagalo e inglés.
"Es la decisión más dura que realizado, pero me siento en paz. Persigue tus sueños, trabaja duro y observa lo que ocurre. Adiós, boxeo", agregó el expugilista.
TREMENDA CARRERA DEPORTIVA
Pacquiao (62-8-2, 39 KO), de origen humilde y actual senador, inició su carrera profesional hace 26 años y tuvo una carrera meteórica en los siguientes años, la mayor parte bajo la batuta de su entrenador Freddy Roach.
El púgil venció a campeones mundiales como el tailandés Chatchai Sasakul, el mexicano Marco Antonio Barrera, el estadounidense David Díaz, Óscar de la Hoya (EE.UU.), el puertorriqueño Miguel Cotto y Timothy Bradley (EE.UU.).
En 2015 perdió contra el estadounidense Floyd Mayweather en uno de los combates más lucrativos hasta el momento, al generar unos 410 millones de dólares en derechos televisivos.
En su carrera ganó títulos mundiales en el peso mosca, supergallo, pluma, superpluma, ligero, superligero, wélter y superwélter.
Pacquiao combinó los guantes con la política, al ser elegido congresista en 2010 y luego senador en 2016, mientras que el pasado 19 de septiembre anunció que se presentaba candidato a presidente.
El exboxeador fue aliado del polémico presidente filipino, Rodrigo Duterte, pero su relación se tornó en rivalidad el pasado junio tras denunciar la política exterior del Gobierno con China y supuestos casos de corrupción.
Pacquiao, que es idolatrado por millones de filipinos, ha protagonizado varias polémicas en el pasado por decir que se opone a los matrimonios homosexuales por ser un pecado contra Dios y por apoyar la pena de muerte, no vigente en Filipinas. EFE