Los tantos llegaron en dos de las escasas ocasiones del partido en las que quedaron en evidencia las defensas, que, en términos generales, superaron a los atacantes en el conjunto del choque.
Fue un encuentro en el que el Villarreal fue mejor en el primer periodo, ante un rival conservador, mientras que en la reanudación, el Juventus presionó más arriba, lo que dificultó el juego ofensivo del conjunto castellonense, aunque el equipo local supo encontrar una opción para nivelar el partido.
El partido se abrió con el gol de Vlahovic tras un remate cruzado en el que no dio opción a Rulli y que, además, dejó aturdido al equipo local, que no reaccionó hasta más de diez minutos después.
En el 13 se produjo la mejor ocasión local del primer periodo con un remate de Lo Celso que dio en el larguero y tres minutos más tarde un taconazo de Danjuma también creó peligro.
Ambas acciones dieron vida a los locales que se hicieron con el balón y fueron capaces de jugar cerca de la portería del equipo italiano, aunque sin crear más peligro en todo el primer periodo frente a un equipo replegado y muy ordenado en defensa.
Para ello había salido el Juventus con tres centrales (Danilo, De Ligt y Alex Sandro) con Cuadrado por la derecha y De Sciglio por la izquierda, con lo que tejió una red muy tupida para que los jugadores de Unai Emery no pudieran penetrar hacia el área de Szczesny.
El conjunto visitante se centraba en tapar cualquier hueco y en salir a la contra lo más rápido posible. Lo logró en el primero de sus dos objetivos, pero no tanto en el segundo, ya que sus llegadas apenas existieron.
Prueba de ella fue que el meta local, Gero Rulli, no tuvo que detener ningún balón en todo el primer periodo.
El primer disparo de la segunda parte corrió por cuenta de Álvaro Morata y dio paso a una fase del juego que poco varió respecto al de la primera parte, tras la entrada del experimentado Bonucci en el eje de la zaga forastera.
La principal novedad fue que el Villarreal no tuvo tanta posesión de balón como en el primer periodo, lo que supuso que el rival estuvo más suelto y con algo más de llegada que en la primera mitad.
Lo que no cambió fue la incapacidad de unos y otros para crear peligro ante la meta contraria: tras una hora de juego, las ocasiones de gol brillaban por su ausencia, mientras el dominio del conjunto español había menguado.
Juventus no había tenido ningún lapsus en defensa, cuando Parejo sorprendió desde atrás y marcó tras recibir un pase perfecto de Capoue para establecer un empate que por lo visto hasta ese momento reflejaba la igualdad entre ambos conjuntos, aunque a esas alturas del segundo periodo, el equipo local ya había recuperado el dominio del primero.
El equilibrio en el marcador dio un sesgo nuevo al partido como consecuencia de la nueva normativa sobre el valor doble de los goles a domicilio, ya que el empate no daba más ventaja al Juventus para la vuelta que la de jugar en casa.
Vlahovic, en el 85, creó la única acción reseñable del tramo final del encuentro, que acabó con paridad en juego y goles y que obliga a ganar en el segundo partido para clasificarse.