Este cambio proyecta una sombra sobre los otros compromisos precedentes del emirato musulmán conservador para acoger el Mundial.
"Algunos aficionados quieren tener una cerveza en el partido, otros no. Pero el verdadero asunto que este cambio ilustra es mucho mayor: la ausencia total de comunicación y de transparencia del comité de organización hacia los aficionados", denunció la FSA, asociación de aficionados ingleses, que se espera sean miles el lunes durante su primer partido contra Irán.
Preguntados de manera regular sobre la acogida de aficionados LGBTQ+ en un país en el que la homosexualidad esta criminalizada, las autoridades han repetido que "todo el mundo sería bienvenido sin discriminación".
Se trata también de un asunto delicado porque la marca de cerveza Budweiser es uno de los principales patrocinadores del evento desde hace tres décadas.
En su comunicado, los organizadores de la Copa del Mundo de fútbol agradecen al grupo AB InBev, del que forma parte Budweiser, por su "comprensión" y precisan que la marca mantiene la posibilidad de vender cervezas sin alcohol alrededor y dentro de los estadios.
La organización ha mantenido durante mucho tiempo la incertidumbre sobre la venta de alcohol durante el Mundial, normalmente muy regulada en el país, dando lugar a muchas especulaciones.
A principios de septiembre se confirmó que los puestos de cerveza abrirían alrededor de los estadios tres horas antes y hasta una media hora antes del inicio del partido. Deberían abrir de nuevo durante una hora después del pitido final. Solo las cervezas sin alcohol deberían estar ahora disponibles en los estadios. AFP