Dios del fútbol
Guillermo Rodríguez tenía 9 años cuando Maradona alzó la copa del mundo en México-1986, pero recuerda perfectamente su deslumbramiento por el capitán argentino. En especial, los dos tantos a Inglaterra en cuartos de final (2-1): el primero, la célebre "mano de Dios", y segundo, el que fue calificado como el mejor gol de la historia de los mundiales.
"Los dos fueron importantes por lo que estuvimos pasando con Inglaterra. Si me das a elegir, elijo esos dos goles toda la vida", dice este hombre nacido en Tucumán (norte) que tenía 4 años en 1982 cuando se libró la guerra que enfrentó a Argentina y Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas.
Tan emblemático es ese gol con el puño izquierdo de Maradona, que es el que Rodríguez tuvo que replicar en 2017 a modo de bautismo para ser aceptado como miembro de la Iglesia maradoniana, una suerte de religión de los cultores del '10'. "Los maradonianos somos los hijos que nunca le vamos a reclamar nada", explica.
"Maradona es Dios en el fútbol. Lo que hizo en la cancha no lo va a hacer nadie más. Maradona es Maradona y lo amo. Lo amo más que a mi vieja y a mi viejo. Es una locura, pero una locura sana, no tiene explicación", declara su fe.
Cada 30 de octubre, los fieles de la Iglesia Maradoniana celebran el cumpleaños de su Dios, que este viernes cumple 60 años. La imposibilidad de reunirse por la pandemia decidió a Rodríguez a hacerse su décimo tatuaje.
"Lo vi jugar pero nunca tuve la oportunidad de decirle gracias. Lo único que pido es abrazarlo", ruega. AFP