"He tenido la gran suerte de poder dedicarme profesionalmente a lo que me apasiona, me llena y me hace feliz: el fútbol. Recuerdo cuando era un niño, y empezaba a jugar en los campos de tierra de mi pueblo, Navalacruz, en los campos de Móstoles o de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, para después llegar a jugar en los estadios más importantes del mundo, y entre ellos, especialmente, en los que he desarrollado mi carrera profesional, el Santiago Bernabéu y Do Dragao. Al echar la vista atrás me doy cuenta de lo afortunado que soy por todo lo conseguido y no me refiero solo a los títulos, si no a la parte humana. Hoy es un día difícil, pero no un día triste, me considero un afortunado por haber llegado hasta aquí, por como he llegado, por haber conseguido todo lo que he conseguido, por todo ello.... estoy feliz", escribe Iker.