Cuatro personas invadieron brevemente el campo de juego del estadio Luzhniki de Moscú durante la final de la Copa del Mundo de Rusia 2018, cuando Francia derrotaba 2-1 a Croacia, antes de su consagración mundial con el triunfo 4-2, este domingo.
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Las cuatro personas invadieron el campo de juego en el minuto 53 y fueron rápidamente controladas y retiradas por agentes de seguridad, tras lo cual continuó el juego.
Los intrusos portaban uniformes, principalmente de policías, pero en ningún momento intentaron agredir o abrazar a los jugadores en el terreno de juego.
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Minutos más tarde, el grupo de protestas ruso Pussy Riot afirmó, en sus sitios de internet de Twitter y Facebook, que sus miembros habían protagonizado la intrusión.
Representaban "policías celestes que vigilan a los hinchas del Mundial (…) y el respeto de las reglas de juego", a diferencia de los "policías terrestres" rusos que "dispersan las manifestaciones" y "lastiman a todo el mundo", según el grupo Pussy Riot.
La banda contestataria explicó que pretendía llamar la atención sobre el problema de los presos políticos que hay en Rusia, reclamando principalmente la liberación del director de cine ucraniano Oleg Sentsov, de 42 años, condenado por la justicia rusa por "terrorismo" y "tráfico de armas".
Los miembros del grupo Pussy Riot no pudieron ser contactados inmediatamente, cuando la AFP intentó comunicarse con ellos.
Por su parte, la policía de Moscú, citada por la agencia oficial rusa Tass, anunció que había detenido a "tres mujeres jóvenes y un muchacho", quienes habían invadido el césped del estadio de Luzhniki y luego "los trasladaron a una comisaría".