Argentina sigue perdiendo, pero ya no en el campo de fútbol. Las celebraciones y apoyos de cientos de hinchas que se dieron cita al Obelisco para apoyar a la Selección Argentina, se vio manchado con terribles incidentes.
En medio de los festejos, un grupo de vándalos inició desmanes, disturbios y robos, haciendo necesaria la fuerte intervención policial.
Familias con niños intentaron refugiarse en restaurantes o ingresar a los lobby de los hoteles de la zona para protegerse del efecto de las bombas lacrimógenas.
Un camión hidrante de la Policía Federal intentó dispersar a los protagonistas de los disturbios con chorros de agua, pero estos respondieron con piedrs y todo lo que encontraban a la mano.
Según información de La Nación, un grupo de alrededor de 15 hinchas atacó los móviles televisivos de la cadena TN y también hubo intentos de saqueos a tiendas comerciales y Bancos.
El saldo de la batalla campal fue de ocho policías heridos y 40 detenidos, que convirtieron el centro de la famosa Avenida 9 de Julio de Buenos Aires en un territorio de lucha con los vándalos, indicaron reportes de las televisoras.