La selección argentina llevó a Quito, donde se jugará su pase al Mundial Rusia 2018 ante Ecuador, un arma secreta: un brujo de nombre Manuel, según informó el diario Clarín.
"Cabuleros como pocos, los hinchas de Estudiantes de La Plata lo conocen de memoria. Cuentan que Manuel fue decisivo en la Copa Libertadores de 2009, la cuarta que ganó el club en su historia. Y que en aquellos años forjó una estrecha relación con Juan Sebastián Verón. Un vínculo que se mantiene hasta hoy y que, justamente, habría sido clave para pedirle que despejara su agenda por unos días y se tomara un vuelo rumbo a Ecuador", contó el periódico, en su versión digital.
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"De perfil bajo, cuentan que Manuel al principio dudó. Pero que, futbolero al fin, aceptó con la condición de que los jugadores quedaran al margen de la movida. El último chequeo antes de darle el aval para que pasara por Ezeiza, al parecer, fue del propio Claudio Tapia", agregó.
¿Servirá de algo? Eso se verá al final del partido. Por ahora los argentinos solo confían en la velocidad de Messi y la estrategia del DT Jorge Sampaoli.