Superliga Europea: La Euroliga de básquet inspiró a los grandes clubes de fútbol a crear su propio torneo
La FIBA amenazó a los clubes con excluirlos, pero ni eso impidió que sobresalga la Euroleague Basketball
Hace dos décadas, el básquetbol se revolucionó con la creación de la Euroliga, en conflicto con la Federación Internacional de su deporte. Ahora le toca el turno al fútbol, donde el lunes doce grandes clubes anunciaron la creación de la Superliga europea, que entrará en conflicto con la Liga de Campeones de la UEFA.
Varios clubes europeos de básquet crearon entonces una competición rival y el proceso recuerda mucho al que vive el fútbol en estos momentos.
A partir de 1958 y siguiendo el modelo que el fútbol había puesto en marcha en 1955, la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) organizó la principal competición europea de clubes, primero llamada Copa de los Campeones y luego Euroliga, desde 1996.
En el año 2000 se produjo una primera escisión: clubes como el FC Barcelona y el Real Madrid, implicados ahora en la Superliga europea de fútbol, se unieron junto a otros como el Bolonia, el AEK Atenas o el Olympiakos a la "Euroleague Basketball", una entidad privada creada en julio de ese año.
La temporada 2000-2001 se desarrolló con dos competiciones europeas paralelas, la Euroliga y la Suproliga. Esa última estaba organizada por la FIBA.
En 2001 hubo por lo tanto dos clubes campeones de Europa, el Kinder Bolonia en la Euroliga y el Maccabi Tel Aviv en la Suproliga.
La FIBA y la Euroleague Basketball enterraron el hacha de guerra en 2001 durante quince años, con la Euroliga como competición principal.
El conflicto se reavivó a finales de 2015, cuando Euroleague Basketball se planteó, para la temporada 2016-2017, bascular a una fórmula semicerrada, con la NBA como modelo, con once "franquicias" con una licencia permanente de diez años.
Consiguió atraer a los clubes europeos más importantes, pese a las amenazas de exclusión de la FIBA.
Dos visiones del básquet se enfrentan desde entonces, entre un enfoque esencialmente 'pro-negocio' de Euroleague Basketball (que gestiona tanto la Euroliga como la Eurocopa, las dos principales competiciones europeas de clubes) y el más tradicional de la FIBA, tendente a un sistema que preserve el acceso a las competiciones a través de los campeonatos nacionales.
El conflicto entre esos dos puntos de vista persiste.
Las selecciones internacionales se ven obligadas a disputar ventanas de partidos propuestas por la FIBA sin sus jugadores de la NBA o la Euroliga, que no son liberados por sus franquicias o clubes respectivos. AFP