Greenpeace se pasó de la línea

El deseo de llamar la atención esta vez tampoco les falló. La ONG Greenpeace pensó que interviniendo las líneas de Nazca su mensaje ecologista conseguiría la admiración de todo el mundo, pero esta vez el tiro les salio por la culata.

Porque ha sido unánime el rechazo que ha causado el despliegue de su bienintencionado anuncio ecologista en una zona que muchos medios han nombrado como una de las mas sagradas del continente americano. Una zona que ha sido pisoteada e intervenida de una manera que se considera irreparable.

El activista de Greenpeace que encabezó esta intervención es el argentino Mauro Fernandez, que días antes de viajar a Nasca con un grupo de integrantes de la ONG dio una entrevista donde daba cuenta de la intervención que greempeace había realizado en la ciudadela sagrada de Machu Picchu. Aqui, a pesar de la osadía del acto, solo se proyectó un mensaje en la montaña.

Pero lo que siguió fue un acto que tiró por los suelos muchos años de heroicas ha actividades para poner en evidencia a grandes corporaciones acusadas de contaminar el medio ambiente. La madrugada del lunes 8 de los corrientes un grupo calculado en once miembros de greenpeace llegan a la zona del colibrí y realizan los preparativos para ubicar las letras recortadas con anticipación que componen el mensaje tiempo de cambio, el futuro es renovable. Se trataba de lo que ellos llaman una protesta pacífica y que se preocuparon en registrar en video y con tomas aéreas realizadas por un drone.

Este ingreso a una zona intangible de un campo de geoglifos categorizado como patrimonio cultural de la humanidad, no se coordinó con ninguna autoridad del país.

Fernandez aseguraría luego que se tomaron todas las precacuciones para no dañar el famoso geoglifo, uno de los pocos que no había sufrido mayores alteraciones en una zona arqueologica tan vasta que abarca unos 800 kilometros cuadrados.

Lo que pretendía ser una supuestamente genial y provocadora llamada de atención a los líderes mundiales reunidos en Lima, en la COP20, para exigirles llegar a acuerdos que puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, levantó una ola de ataques contra la torpeza de la acción, un atentado que la ong intentó negar y que ante la avalancha de evidencias tuvo que afrontar pidiendo disculpas.

El presidente de Canatur, Jochamowitz, pidió que la multa por el daño al patrimonio mundial sea de 200 millones de dolares. El ministerio de Cultura solicitó el impedimento de salida del pais de los activistas, pero la jueza Patricia bejarano rechazó el pedido.

Pero, ¿quién es el misterioso arqueólogo que condujo al grupo de greenpeace hasta la zona intangible?

Eduardo herran, el piloto y guardian ad honorem mas antiguo de la zona, cree tener las pistas para llegar a el.

El atentado de Greenpeace, no es sino la mas reciente de varias agresiones que las pampas ha venido soportando sin que casi nadie levante la voz de alarma, sgresiones como las constantes invasiones, la mineria informal y hasta las acciones sin control de camioneros que buscaron evitar el pago de peajes provocando de paso niveles de destrucción mas graves que la cometida por los hoy tristemente celebres activistas de la ong internacional.

Las investigaciones solo han empezado. Mañana lunes, el director de Greenpeace deberá afrontar las conssecuencias de su desafortunada protesta pacifica, y revelar los nombres y paradero de los activistas que dañaron esta zona de las pampas de Nasca y decir quien fue el arqueólogo que asesoró este innegable delito.