¿Y las autoridades? Líneas de Nazca siguen desprotegidas
El límite entre la pista y las figuras es prácticamente nada.
Vulnerar la seguridad de un patrimonio cultural es más fácil de lo pensado y las Líneas de Nazca corren un peligro a diario
Decididos a conocer de cerca la realidad, por lo que un equipo de A las once partió hacia el sur. La consigna era conocer que tan frágil es la seguridad en los alrededores de estos símbolos sagrados.
Más cerca de lo que muchos imaginan a pocos metros de la carretera están las manos, el árbol y el lagarto, tres de los emblemáticos símbolos. El límite entre la pista y las figuras es prácticamente nada.
En los casi 50 kilómetros de carretera que colindan con el área de las líneas de nazca él es apenas uno de los dos vigilantes. Toda la responsabilidad en un solo hombre para un área tan grande. Un trabajo casi imposible, que solo genera de resignación en este hombre
A un par de kilómetros su compañero vigila el otro mirador. A un lado de la trocha antes de llegar a su puesto de vigilancia, botellas rotas en el suelo intangible, dejan en evidencia lo fácil que es pisar las zonas prohibidas a vista y paciencia de los pocos cuidadores.
En un área en donde los geoglifos abarcan 500 km cuadrados, solo con dos puestos de vigilancia las líneas de nazca quedan desprotegidas. Así queda más que claro lo fácil que fue para Greenpeace y la reportera japonesa llegar hasta el colibrí.
A solo unos metros de la carretera, sin pisar ninguna de las líneas de nazca, en una pequeña distancia queda al descubierto la fragilidad de un patrimonio mundial. Entrar a la pampa es tarea fácil, pero encontrar el colibrí en un área tan grande fue posible para Greenpeace y la televisión japonesa gracias a guías. En ambos casos la misma persona los habría ayudado.
Olaechea es hoy en día el hombre más buscado en Ica por haber realizado las incursiones clandestinas. Lo buscamos en una de las calles más peligrosas de su ciudad. Aunque en su casa nadie dio respuesta, encontramos a su hermano a pocas cuadras
Mientras la denuncia de la fiscalía sigue su proceso, Olaechea está inubicable, en las líneas de nazca siguen las huellas dejada por Greenpeace y de la reportera japonesa solo nos queda verla china de risa en YouTube a punto de malograr una de figura.
El daño ya está hecho, y con el paso del tiempo podría ser peor. El ministerio de cultura anunció un proyecto para resguardar las líneas de nazca con cuatrimotos, patrulleros y hasta drones, pero hoy esta sigue siendo la realidad de nuestras Líneas de Nazca: Basura y olvido en un patrimonio de la humanidad que todos deberíamos querer como tal.