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A las once
Muchos de los niños e incluso los padres, modifican notablemente la rutina diaria y esto puede ser un problema.
Las vacaciones escolares terminaron y el inicio de clases puede no ser bien recibido si tanto padres como hijos no estar preparados emocionalmente para esta nueva etapa.
En el caso de los más pequeños, si van por primera vez a la escuela, podemos evitar que el esa primera experiencia sea traumática preparándolos emocionalmente, puesto que si el primer contacto con la escuela es negativo será una huella difícil de borrar.
El síndrome de estrés postvacacional se manifiesta con tristeza, desconcentración, irritabilidad y falta de energía para realizar las cosas.
Uno de los problemas más comunes es despertar a los niños para ir al colegio, principalmente si no duermen a sus horas. El buen sueño va de la mano con la buena alimentación, otro pilar para el mejor rendimiento escolar.
El desayuno, la lonchera a media mañana, el almuerzo, una merienda por la tarde y la cena a las siete de la noche son las cinco comidas básicas para un niño.
Además, mantener un horario para cada actividad es indispensable para mantener una dinámica saludable y hacer que la tarea no sea un mal rato para ellos.
De igual manera, no se debe olvidar que niños y adolescentes necesitan un momento de relajo y diversión, por lo que es recomendable disponer el tiempo para pasear en bicicleta, caminar con ellos, practicar deporte con los amigos o realizar juegos al menos 30 minutos diarios. Esto les permitirá liberar tensiones y estar más motivados para aprender.