El drama que dejó el ataque contra Vanessa, la 'Chinita de la Salsa'

El pasado 21 de marzo, una conocida cantante fue víctima de un atentado que generó la muerte de su pareja, un suboficial de la policía

Vanessa Soto se convirtió en víctima de la delincuencia, luego que la unidad en la que viajaba fuera atacada / Fuente: Domingo al Día

Su vida era un baile en medio de contagiosas canciones. Con su potente voz hacia vibrar a su público entre tantos aplausos por su talento.

De todos esos elogios y aclamaciones, había uno incondicional y más especial, el de César Ignacio, su otra mitad la vida le sonreía con éxito, pero un trágico giro a manos de sicarios ha desgarrado el mundo de Vanessa.

Delincuentes atentaron contra el vehículo donde iba la joven y su pareja, más de siete disparos acabaron con la vida de su novio, el Suboficial de Tercera César Vásquez.

Una desgracia inimaginable que se dio ante los ojos de la cantante, la vida de su ser más amado se apagó, aparentemente por presuntas extorsiones y cobro de cupos que habrían puesto precio al estrellado de la ‘Chinita de la Salsa’. Sueños que fueron rotos por el crimen organizado.

Se conocieron en 2019, por esas épocas Vanessa solo tenía 18 años, hacia sus pininos en la música, mientras César de 21 iba en sus primeros años en la policía, una pareja feliz que llevaba cinco años, convivía juntos, él la acompañaba sin falta a todas sus presentaciones, prometían un futuro brillante.

La noche del 21 de marzo, la ´Chinita de la Salsa´ tuvo dos contratos, el suboficial estuvo a su lado como siempre

La artista cerró su jornada en una conocida peña en Los Olivos, en esa última presentación cesar la grababa para sus redes y compartieron el video en redes sociales. El mismo vestido con el que unas horas después aparece en una camilla de hospital.

Iban de regreso a casa en la camioneta de cesar, en los asientos de atrás subieron a bordo una corista y musico, y adelante Cesar de chofer y Vanessa de copiloto.

Como quedo registrado en imágenes de cámaras de seguridad de la avenida Túpac Amaru, el semáforo detuvo el vehículo a la altura de la estación naranjal del metropolitano, momento que fue aprovechado por los pistoleros cada uno en moto, uno de ellos bajó y fue directo al asiento del chofer

El suboficial arrancó tratando de evadir el ataque, pero chocó, fueron siete balazos que les propinaron a ambos, cinco le cayeron a Vanessa en los brazos y dedos, mientras dos impactaron en el cuello y cara del policía.

Los pasajeros bajaron ilesos a auxiliar a sus amigos, todos fueron trasladados a una clínica donde lamentablemente César Ignacio Vásquez no resistió, perdió la vida

Mientras Vanessa, fue trasladada al hospital Luis Negreiros Vega de EsSalud para ser operada de emergencia, familiares indican que perdió algunos dedos.

A puro punche Vanessa a sus 23 años se había abierto camino en el mundo de la salsa, al mismo tiempo, tiene el sueño de ser profesional, este año esta acabaría su carrera de administración

Los videos de sus presentaciones y covers generan miles de vistas en youtube y redes sociales, además mostraba amistad con artistas como manolo rojas y conocidos futbolistas como Reimond Manco.

Vanessa Soto Benites creció en el barrio del paradero 11 en Comas, desde muy niña, tuvo su meta clara, convertirse en una gran cantante de salsa. En ocasiones, salía a las calles a cantarle a sus vecinos

Después de tanto esfuerzo por triunfar, la delincuencia le arrebata su tesoro más preciado, con un video, de despide de su amor.

‘Chinchin’, como le decían sus amigos, César Ignacio Vásquez Flores, suboficial de tercera del escuadrón de emergencia motorizada Cono Oeste, un policía dedicado a servir a su institución, según sus familiares amante del futbol, y que en sus redes sociales presumía lo feliz y enamorado que estaba escoltado por sus colegas, llegó su féretro, llantos desconsolados lo recibían, compañeros de diferentes divisiones estaban ahí para darle el último adiós.

Y aunque el atentado aún es un misterio para ambas familias, quienes han evitado hablar ante cámaras por temor a represalias. Fuentes policiales indican que la pareja habría estado recibiendo mensajes extorsivos exigiendo el cobro de cupos por cada presentación.

Una sombra que presuntamente perseguía a Vanessa en el inicio de su carrera musical, despiadados extorsionadores que dinero a cambio de tranquilidad. Afiches de presentaciones, contratos, las ganancias del grupo habrían sido un botín atractivo para los delincuentes.

El caso de la ‘Chinita de la salsa’ no es un hecho aislado, cantantes de salsa y cambia han tenido que retirarse o frenar su carrera como es el caso de Brunella Torpoco, que tuvo que salir del país por un tiempo, por la seguridad de ella y su familia.

Vanessa, la Chinita de la Salsa, solo buscaba abrirse camino en el mundo de la salsa peruana, hoy su carrera ha quedado trunca por el miedo y dolor de perder a su pareja.

Esta vez, la vida de un valeroso policía fue truncada por sanguinarios extorsionadoras, y una artista que debe soportar el dolor de perder a su ser amado y frenar su carrera porque aparentemente las autoridades no pueden contener este flagelo del crimen organizado del que somos víctimas todos los días.

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