Hígado graso: ¿qué debes comer y qué no?

Cuando tienes hígado graso, es importante cambiar tus hábitos alimentarios para reducir los factores de riesgo. Por tal motivo, hemos preparado una lista con los alimentos que no debes dejar de consumir si padeces de esta enfermedad y cuáles debes apartar de tu dieta diaria. 

¿Qué puedo comer si tengo hígado graso?

Frutas y verduras
Debes ingerir al menos de 4 a 5 porciones de frutas al día como: manzanas, peras, duraznos, papayas, fresas, naranjas, ciruelas, entre otros. Estos alimentos, ricos en fibra, te ayudarán a eliminar las toxinas y grasas. 

Lo mismo sucede con las verduras. En este caso, la espinaca y la acelga, son plantas que contienen clorofila, la cual te ayudará a eliminar los metales pesados y las toxinas del hígado. 

Vitamina C 
Debes aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina C que se encuentran en: pimientos rojos, kiwi, uvas, fresas, papaya, entre otros. Estos ayudarán a limpiar y desintoxicar gran parte de las toxinas que se acumulan en tu organismo. Asimismo, desinfectará y desinflamará tu hígado.

Grasas saludables de origen vegetal
El aceite de oliva debe ser fundamental en tu dieta, ya que ayudará a la sangre a fluir bien por las venas, y eso es muy importante a la hora de querer liberar las toxinas del hígado. La palta, las semillas y las aceitunas hacen la misma función. 

¿Qué alimentos debo dejar de comer si tengo hígado graso?

Azúcar y grasas 
Una dieta rica en azúcar contribuye a que la grasa se deposite en el hígado y genere inflamación. Ten en cuenta que, las carnes rojas, los alimentos fritos y procesados, favorecen el desarrollo del hígado graso. Lo mismo sucede con los refrescos, jugos y cócteles.

Bebidas alcohólicas
Si ya has sido diagnosticado con hígado graso, debes excluir bebidas como la cerveza y otras que contengan alcohol.

IMPORTANTE

El Dr. Hugo Cedrón, gastroenterólogo de la Clínica Anglo Americana, explicó a Utileinteresante.pe que una de las causas de esta condición se debe a la ingesta descontrolada de grasas saturadas y harinas. Por ello, señala que el realizar cambios en el estilo de alimentación sí puede revertir el hígado graso, pero requiere también de supervisión médica.