Hoy:

    ¿Qué alimentos suelen causar atragantamientos en los niños?

    En realidad, cualquier persona podría atorarse con estos alimentos. Conoce cuáles son y por qué es mejor evitarlos en infantes menores de 5 años

    ¿Qué alimentos suelen causar atragantamientos en los niños?

    Los niños, sobre todo aquellos menores de cinco años, son el grupo con mayor riesgo de padecer episodios de asfixia producidos por atragantamientos cuando ingieren ciertos alimentos.

    Aunque cualquier persona puede sufrir este tipo de accidentes, con los niños es mucho más peligroso. Sus vías respiratorias tienen un diámetro pequeño, los dientes aún no están bien desarrollados y, por lo tanto, la masticación no es tan eficiente.

    No solo ello, los niños se distraen fácilmente cuando comen, por lo que el riesgo de atragantamiento o incluso de fallecer por asfixia es mayor. Por ello, toma en cuenta esta lista de alimentos y evita ofrecérselos a los niños en sus primeros años:

    Embutidos y carnes

    • Jamón: no se desmenuzan fácilmente en la boca y los niños, al tener una deglución inmadura, son más susceptibles a atorarse con ellos. Lo mejor es ofrecerlo en trozos pequeños.
    • Salchichas: por su forma cilíndrica, pueden atascarse en la hipofaringe de un niño. Para evitar accidentes, luego de cortarlas en rodajas a lo ancho, volver a cortar eso trozos por la mitad (en medias rodajas).
    • Carne: si bien es un alimento habitual, hay que procurar darlo desmenuzado, en tiras o en trozos pequeños, pero sobre todo procurar que la carne esté blanda para que los niños puedan ingerirla con seguridad.
    • Pescado: este es un alimento muy sano para los más pequeños, pero las espinas son muy peligrosas para ellos. Previa cocción, hay que quitarle todas sus espinas.

    Frutas

    • Uvas y cerezas: enteras pueden obstruir por completo la laringe de un niño. Además, la cáscara de las uvas puede ingresar  y tapar las vías respiratorias. Ofrécelas sin piel, retira sus pepitas y cortalas en trozos.
    • Manzanas y zanahorias: en grandes trozos pueden ser duras y difíciles de masticar para los niños. Procura que lleguen a la boca blandas, rayadas, hechas compota o en trozos pequeños. 
    • Aceituna: su pepa puede provocar graves accidentes, no solo en niños, sino en cualquier persona. Ten en cuenta ello, incluso para evitar una dolorosa presión en los dientes.

    Dulces y comida procesada 

    • Caramelos: si no se deshacen en la boca, podrían ser inhalados al reír o respirar profundo, y pasar a las vías respiratorias obstruyéndolas. Los pediatras recomiendan esperar que los infantes sean capaces de masticarlos bien.
    • Chicles: no solo para evitar atragantamientos, sino también las caries, los niños no deberían ingerir chicles. Pero si lo hacen, se les debe enseñar a masticar y botar los chicles al tacho. Muchos pueden confundirlo con dulces y atorarse al deglutirlos.
    • Marshmallows y gomitas: son “blandos”, pero su consistencia gomosa impide que se deshagan fácilmente en la boca y pueden volver fácilmente a su forma original. En niños menores de cinco años, pueden quedar atascados en la garganta. Estos productos dan una falsa sensación de seguridad, además de que no tienen valor nutricional.

    Snacks cotidianos

    • Galletas: se recomienda ofrecerlas ablandadas, como mojadas en leche, o darlas en trozos muy pequeños.
    • Canchita: son muy habituales en cumpleaños u otros eventos infantiles, pero al igual que sucede en los adultos, puede causar atragantamiento o un grano de maíz puede pasar al pulmón y ocasionar una infección. Se recomienda no ofrecerlo a menores de cinco años.
    • Pan: debido a su textura, un trozo de pan puede ponerse duro al contacto con la saliva. Al igual que los anteriores alimentos, se debe monitorear el tamaño en el que llega a la boca de un niño o niña, y siempre acompañado de líquidos.
    • Frutos secos: las  almendras, nueces, cacahuetes, avellanas, pistachos, así como las semillas de girasol, por ejemplo, son alimentos saludables, pero a su vez son muy duros y pequeños. Antes de los 5 o 6 años de edad pueden generar asfixia, lo mejor es ofrecerlos ya molidos.

    Consulta con el pediatra de tu niño o niña sobre estos y otros alimentos que uno no debe ofrecer a los niños para evitar atragantamientos. Pero, también vigila a los infantes en casa y, si suceden estos accidentes, ten en cuenta las medidas de primeros auxilios.

    Fuente: Bebés y Más

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